Después de previsiones de la OCDE, llegan las certezas de Istat: la economía italiana crece a un ritmo demasiado lento. Según el instituto de estadística, en el segundo trimestre de 2011 el incremento del PIB fue de 0,8% anual y de 0,3% con respecto al período enero-marzo.
El crecimiento económico adquirido para 2011 es igual al 0,7%, muy por debajo de las estimaciones del Gobierno (+1,1%). En el primer trimestre del año hubo un aumento cíclico casi nulo (+0,1%) frente a una tendencia de crecimiento más decisiva (+1%). Según el último informe de Istat, todos los componentes de la demanda interna aumentaron entre abril y junio. Las importaciones cayeron un 2,3%, mientras que las exportaciones registraron un crecimiento del 0,9%.
La demanda interna aportó un 0,2% al crecimiento del PIB, mientras que la demanda exterior aportó un 0,9%. También fueron positivas las tendencias cíclicas del valor añadido de la industria (+0,9%) y los servicios (+0,1%), mientras que el de la agricultura descendió un 2,4%. El gasto de los hogares registró un aumento del 1,1% en términos tendenciales. Las compras de servicios aumentaron un 1,9%, el consumo de bienes no duraderos un 0,1%.
Más allá de las fronteras italianas, en términos de tendencia, el PIB aumentó un 2,8 % en Alemania, un 1,6 % en Francia, un 1,5 % en Estados Unidos y un 0,7 % en el Reino Unido; en Japón disminuyó un 0,9%. En el conjunto de la eurozona, el PIB aumentó en términos cíclicos un 0,2% y en términos tendenciales un 1,6%.
