Fuerte preocupación en Génova, donde un dique de contención sobre el torrente Polcevera, creado para contener el vertido de crudo, ha cedido por la subida del nivel del cauce a causa de las lluvias. Sin embargo, la alarma parece haber disminuido en gran medida, con el presidente de la Región de Liguria, Salvatore Toti, diciendo: "Las costas son seguras, deja de lloriquear".
Por lo tanto, el gran temor parece haber pasado. Tras el repentino derrumbe del dique de contención en el Polcevera, se temía que una nueva ola de petróleo pudiera llegar al mar, pero esto no sucedió. Tras una jornada de intenso trabajo, las barreras colocadas en la desembocadura del arroyo impidieron que el crudo descendiera desde las alturas de Fegino donde hace siete días se rompió una tubería de Iplom durante la fase de bombeo desde un barco a la refinería de Busalla.
Esto también fue confirmado por la Autoridad Portuaria de la capital de Liguria: "Estado de emergencia local, pero sin nueva contaminación". Eso sí, la fuerte preocupación por la "ola mediática" por parte de los propietarios de establecimientos balnearios se mantiene a pocas horas del primer puente de la temporada.
