Del 30 de octubre de 2016 al 29 de enero de 2017, la Sala Podiani de la Galleria Nazionale dell'Umbria de Perugia acoge Francesco y la cruz pintada, una preciosa exposición que documenta el desarrollo de la cruz pintada, desde los años setenta del siglo XIII hasta el las dos primeras décadas del siglo siguiente, en las que el motivo iconográfico se vincula cada vez más a la figura de san Francisco de Asís, muchas veces representado al pie de la cruz, en adoración a Cristo.
Se trata de la Cruz de S. Francesco al Prato, témpera sobre tabla de enormes dimensiones (488,5x355x13 cm), pintada en 1272 por el Maestro de San Francesco, conservada en la Galería Nacional de Umbría. El destino de la obra (en la iglesia que albergaba los restos del beato Gil, el 'tercer compañero' de Francisco) y el hecho de que se construyera durante el generalato de san Buenaventura de Bagnoregio, autor de la Legenda Maior, nos llevó a reflexionar sobre la posibilidad de reconocer en él el arquetipo de una iconografía que, partiendo de Umbría, se difundió con rapidez y penetración capilar. De hecho, fue el mismo Buenaventura quien propuso con fuerza la imagen de Francisco con los estigmas y el culto a la sangre de Cristo.
El itinerario de la exposición, que presentará 9 obras maestras, todas de origen umbrío, revela otro descubrimiento sorprendente: un extraordinario panel inédito del Monasterio de S. Paolo en Orvieto. Liberada recientemente del pesado repintado que alteró su fisonomía, la cruz ha mostrado una extraordinaria calidad pictórica y una datación de la última década del siglo XIII, mientras que la mano sólo puede pertenecer a uno de los mejores pintores que se turnó en el andamiaje de la obra de Asís cerrar Contacto Giotto.
La exposición Francisco y la cruz pintada está comisariada por Marco Pierini, director de la Galería Nacional de Umbría, con el patrocinio de la Basílica Papal y el Sacro Convento de S. Francesco en Asís y la Región de Umbría.
