En 2009, segundo año de la recesión pasada, el número de empresas productivas italianas disminuyó a 4,38 millones (-1,2% a/a). La caída absorbió un número de empresas (alrededor de -51 mil) igual a las creadas en 2008 más cerca de un tercio de las creadas en 2007. La reducción en el número de empresas condujo a una caída más intensa de los empleados (-345 mil unidades) . En términos absolutos, el empleo cayó especialmente entre las microempresas (-100 empleados).
En los últimos años, las PYME han hecho una contribución sustancial a la evolución del empleo, tanto en fase de crecimiento como de declive. Este fenómeno no es exclusivo de Italia: según la Comisión Europea, entre 2002 y 2010, el 85 % del crecimiento del empleo en la UE-27 es atribuible a las PYME. 2009 no supuso cambios sustanciales en el peso de las clases individuales de empresas sobre el total: las microempresas (0-9 empleados) continúan representando la columna vertebral del sistema productivo italiano (95% de las empresas y 45,7% de los empleados).
En comparación con otros países europeos, las empresas italianas siguen siendo las más pequeñas: en la fabricación en comparación con un tamaño medio de 9 empleados en Italia, hay 11 en España, 14 en Francia y 37 en Alemania. En comparación con Alemania, en particular, las grandes empresas italianas emplean una media de 194 trabajadores menos. El punto central del debate sobre la necesidad de crecimiento de las empresas italianas sigue siendo el de la productividad.
En la fabricación, la transición del estado micro al extremo inferior del rango pequeño (menos de 20 empleados) permite un crecimiento de la productividad de aproximadamente el 50 %, valor que llega hasta el 61% en el caso de las empresas de alimentación. En la transición a las clases altas, sin embargo, la ganancia tiende a disminuir.
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Adjuntos: Foco no. 04 – 27 enero 2012.pdf