El tema candente de la primera maniobra de Mario Monti son, sin duda, las pensiones. Y entre las diversas medidas previstas en el ámbito de la seguridad social también se encuentra "una contribución solidaria sobre las pensiones más ricas y ventajosas”, como subrayó el domingo la ministra de Bienestar, Elsa Fornero, en la conferencia de prensa posterior al lanzamiento del decreto por parte del MDL.
“Se suprimen los privilegios aún existentes en el ámbito de la seguridad social -se lee en una nota oficial del Ministerio de Trabajo y Políticas Sociales-, mediante la introducción temporal de una cotización solidaria para los jubilados y activos que siguen beneficiándose de normas anteriores más favorables que las vigentes en los seguros generales obligatorios y que no encuentran justificaciones objetivas. La contribución solidaria es proporcional al impacto de estas reglas favorables”.
Por lo tanto, la intervención también afectará a los afiliados a los fondos especiales del INPS, pero aún no se ha cuantificado la tasa ni el límite a partir del cual se aplicará. Son cifras fundamentales para esclarecer la relación entre esta nueva aportación solidaria y la ya impuesta por la Reforma de Berlusconi el año pasado, que impuso un gravamen a los pensionistas y funcionarios que recauden más de 90 euros brutos al año.
