No son solo los jóvenes los que abandonan Italia en busca de una vida mejor y más oportunidades laborales. En los últimos años, incluso los jubilados han comenzado a trasladarse a otros países europeos para tener una mayor calidad de vida y disfrutar de sus años de jubilación con mucho más dinero en el bolsillo. Destinos favoritos: España y Portugal.
Antes de detenernos en el fenómeno ahora llamado “emigración de la seguridad social”, es oportuno reportar algunos datos. Según el último Informe publicado por Censis en base a datos del Istat, hasta la fecha el 25,7% de los cheques recibidos por quienes han accedido al tratamiento de la seguridad social son inferiores a 500 euros. El 40% está en cambio entre 500 y 1.000 euros, el 23,5 entre 1.000 y 2.000, mientras que sólo el 3,2% supera los 3.000 euros al mes.
Cifras que cada año llevan a un número cada vez mayor de jubilados a abandonar Italia y trasladarse a países que les garanticen un régimen fiscal más blando y un menor coste de vida.
Entre ellos se encuentra España con Canarias a la cabeza. La mezcla entre el coste de vida y una ventaja fiscal media del 5% ha llevado a que cada vez más italianos elijan las maravillosas islas españolas como lugar de residencia.
Pero en lo más alto del ranking de los destinos más populares se encuentra Portugal. Solo en 2017, 300 personas decidieron mudarse a Lisboa para aprovechar el régimen libre de impuestos existente en el país. De hecho, en Portugal, la pensión está exenta de impuestos en los primeros diez años de nueva residencia.
Aunque todavía es un fenómeno de nicho, el aumento porcentual en las cifras sugiere que podría "ser solo el comienzo" de una tendencia que seguirá aumentando con los años y la reducción de cheques derivada de la aplicación del sistema de cotización.
