La pintura italiana vuelve a ser protagonista en París. La primavera artística de la capital francesa comienza con otro evento dedicado a la cultura del Renacimiento italiano. El 3 de marzo y hasta el 17 de julio, el Museo Jacquemart-André presenta "Giovanni Bellini – Influencias cruzadas", obra de un gran maestro del siglo XVI también conocido como Giambellino. Entre junio y julio, por lo tanto, la ciudad presentará dos eventos italianos al mismo tiempo: la Exposición Nápoles en París y éste dedicado a Bellini. Considerado el padre de la escuela veneciana entre la que se encuentran los nombres de Giorgione e Tiziano, Bellini influyó en toda la pintura veneciana del siglo XVI. Cincuenta obras de colecciones privadas y exposiciones de todo el mundo llegan a París. A los visitantes se les presentará un “orden temático-cronológico que constituye el archivo rojo de los modelos que inspiraron al Maestro”, reza la presentación. La campaña de promoción en la ciudad es intensa. Básicamente refleja el interés de los franceses y turistas por las más importantes escuelas pictóricas italianas. Así como se recordó con motivo de la exposición el interés de los fundadores de Jacquemart-André por el arte. En la antigua residencia de Eduardo André e Nélie Jacquemart ya había una Virgen y el Niño entronizados del autor veneciano. Ahora durante cinco meses en el no.158 del Boulevard Haussmann el « Giambellino » encuentra su lugar con las obras de toda una vida.
Bellini y las influencias de los contemporáneos
El pintor tuvo fácil acceso al arte, junto a su hermano Gentile, entre lienzos y pinceles de su padre Jacob Bellini. Pero la influencia de pronto vino sobre él Andrea Mantegna del cual se hizo cuñado y luego de Antonello de Mesina. Las obras en préstamo de la Gemäldegalerie de Berlín, el Petit Palais de París, el Museo Thyssen-Bornemisza de Madrid, la Galleria Borghese de Roma, la Scuola Grande di San Rocco de Venecia dan la figura del contexto artístico en el que se afirma el pintoro. Fue capturado por el mundo clásico pero también por los elementos y colores de la pintura flamenca. Un talento con ganas de renovarse y con muchas ganas de probar nuevas elaboraciones. Una suerte de experimentador y motivador, diríamos hoy, características que mantuvo hasta su vejez. Los curadores de la revista Neville Rowley e Pedro Curie, montaron un evento de alcance europeo con obras como la Anunciación, la Virgen y el Niño, el Cristo muerto con los ángeles, la Sacra Conversazione Giovannelli.
Curiosidades y tonalismo
Bellini vinculó gran parte de su actividad a la pintura Vírgenes con el Niño y una serie de Pietàs. Obras que en muchas ocasiones fueron encargadas por las familias patricias de la época. En la búsqueda progresiva de nuevos estilos, no dudó en realizar retratos, que se conservan en museos de todo el mundo. « A lo largo del recorrido de la exposición se podrá apreciar su fidelidad a ciertos temas, pero al mismo tiempo, comparando sus primeros trabajos en particular con los ejecutados en su vejez, su curiosidad por mirar a los demás y su constante necesidad de renovarse", dijo Neville Rowley. Una declaración que explica aún mejor el significado de las influencias cruzadas en el inventor del tonalismo donde la luz, las sombras, los colores se mezclan en una sola técnica. Lo ideó en primer lugar pero no se sintió atado a él por el cambio de temas y temáticas siempre movido por la curiosidad y la modernidad.