Picasso regresa a Milán a partir del 18 de octubre, en el Palazzo Reale, con una nueva exposición titulada Picasso Metamorphosis, comisariada por Pascale Picard, y marca el inicio de la temporada de otoño en Milán.
La parada milanesa forma parte de la exposición trienal europea Picasso-Méditerranée impulsada por el Musée Picasso de París junto con otras instituciones artísticas internacionales. La exposición presenta alrededor de 200 obras entre obras de Picasso y obras de arte antiguo en las que se inspiró el gran maestro y que proceden de los más importantes museos internacionales: Musée National Picasso de París, Musée du Louvre de París, Museos Vaticanos de Roma, Museo Museo Arqueológico Nacional de Nápoles, Musée Picasso de Antibes, Musée des Beaux-Arts de Lyon, Centre Pompidou de París, Musée de l'Orangerie de París, Museu Picasso de Barcelona.
El proyecto es parte integrante de un estudio en profundidad sobre el artista adelantado por el Palazzo Reale a lo largo de las décadas, un verdadero ciclo de exposiciones sobre Picasso que hizo especial la relación entre el maestro español y la ciudad de Milán. En primer lugar, la exposición del Guernica en la Sala delle Cariatidi en 1953, un acontecimiento excepcional y un auténtico regalo que hizo Picasso a la ciudad; casi medio siglo después, le siguió una gran antología en septiembre de 2001, cuatro días después de los atentados a las Torres Gemelas, organizada con la colaboración de los herederos del artista; finalmente, la reseña monográfica de 2012, que documentó en un extenso excursus cronológico la variedad de técnicas y medios de expresión que caracterizaron la producción del artista español.
Con Metamorfosis de Picasso, en cambio, se indagará y declinará la antigüedad en sus diversas formas en las mitologías reinventadas por el artista español y presentadas en las seis secciones de la exposición con las obras del gran artista yuxtapuestas a las del arte antiguo - cerámicas, jarrones, estatuas, placas votivas, relieves, ídolos, estelas, que lo inspiraron y lo influenciaron profundamente. La exposición propone adentrarse en el laboratorio íntimo de un artista mundial a la luz de las antiguas fuentes que inspiraron su obra, pero también desvelar los mecanismos de una alquimia singular que sitúa a la Antigüedad en el centro de una modernidad decisiva para el arte del siglo XX. .
