Se abre una grieta en el gobierno frente a los trabajadores del Estado. “No me gusta la conexión entre los que van a casa y los que entran: un sistema sano no necesita enviar a los ancianos a casa para dejar entrar a los jóvenes. Es necesaria una alternancia constante”. Así lo afirmó ayer la ministra de Educación, Stefania Giannini, al llegar a la conferencia bienal del centro de estudios Confindustria.
La referencia de Giannini es a las palabras de Marianna Madia, titular del Ministerio de Administraciones Públicas, quien el pasado martes anunció su intención de "crear prejubilaciones para introducir energías jóvenes en la AP".
A su vez, el discurso de Madia pretendía tranquilizar a quienes temían despidos masivos vinculados a la revisión del gasto. Hablar de 85 despidos de empleados estatales impuestos por el plan de revisión del gasto significa citar "una cifra incorrecta y usar una terminología equivocada y tergiversada, también con referencia al propio plan Cottarelli", dijo el ministro.
A quienes habían señalado que el plan habla de movilidad obligatoria, Madia había respondido que el Gobierno está pensando "en una sana movilidad obligatoria donde el respeto sea el derecho del trabajador, pero donde no haya trabas burocráticas".
