Ha llegado la confirmación que todo el mundo estaba esperando: las ondas gravitacionales realmente existen y los científicos han conseguido observarlas. Así que Albert Einstein tenía razón.
El anuncio se produjo hoy a las 16.30 (hora de Italia) a la misma hora que Estados Unidos. “Es la primera detección directa de ondas gravitacionales” y “abre un nuevo capítulo en astronomía”, dijo el coordinador de la colaboración científica Virgo, Fulvio Ricci, al presentar los datos.
El instrumento LIGO (Laser Interferometer Gravitational-Wave Observatory) detectó las ondas gravitacionales, gracias a las cuales los científicos pudieron observar las ondas en el tejido del espacio-tiempo producidas por dos agujeros negros en colisión.
El análisis de los resultados se llevó a cabo en colaboración entre Ligo y Virgo. Este último forma parte del Observatorio Gravitacional Europeo (EGO) fundado y financiado por el Instituto Nacional de Física Nuclear (Infn) y el Consejo Nacional de Investigación de Francia (Cnrs).
Las ondas gravitacionales son las ondas en el espacio-tiempo generadas por eventos cósmicos violentos. Como ejemplo, podemos imaginar las ondas que se producen cuando se arroja una piedra a un estanque. Albert Einstein había planteado la hipótesis hace aproximadamente un siglo y casi cien años después, los científicos han logrado demostrarlo.
