Milán y Turín son las dos ciudades que CONI ha decidido nominar para los Juegos Olímpicos de Invierno de 2026.
Respetando el "plazo formal señalado por el Comité Olímpico Internacional", el CONI ha "manifestado esta intención" a través de una carta en la que anuncia su "disposición a continuar la fase de diálogo ya iniciada en los últimos meses tras la invitación del COI recibida el 29 de septiembre 2017”.
Esto es lo que leemos en el comunicado de prensa del Comité Olímpico Nacional. Doce años después de los Juegos Olímpicos de Turín 2006, la ciudad dirigida por la alcaldesa Chiara Appendino vuelve a intentarlo en la línea y con el apoyo de Milán. Competirán juntos, como una sola ciudad, con el objetivo de traer de vuelta a Italia un gran evento deportivo como los Juegos Olímpicos de Invierno, tras la fallida candidatura de Roma -desaparecida por el No de la junta de Raggi- para los Juegos Olímpicos de 2024.
El 6 de marzo, la ciudad de Turín había comunicado formalmente a Coni su voluntad de participar en el diálogo destinado a promover la candidatura de la capital piamontesa para la edición de 2026 de los Juegos de Invierno
Pero cuidado porque la candidatura decidida por Coni representa solo un primer paso. En la misma carta, el Comité presidido por Giovanni Malago precisa que la última palabra la tendrá el nuevo Gobierno. El próximo ejecutivo estará sujeto a "un estudio de viabilidad ya realizado a principios de 2018, para una evaluación global de todo el proyecto que puede traer beneficios a toda Italia también a la luz de la contención de costes prevista por la Agenda 2020", explica el Coni quien también recuerda que será necesaria la colaboración entre el Coni, la ciudad y el Cio para verificar la mejor solución que se adapte a las necesidades del país.
Una vez hecho, el COI decidirá “cuál será la ciudad candidata”.
