Continúa la lenta recuperación del superíndice de la OCDE, que subió a 100,7 puntos en junio, desde los 100,6 de mayo. El indicador, que tiene como objetivo anticipar los puntos de inflexión en la actividad económica en relación con la tendencia, continúa señalando diferentes patrones de crecimiento para las principales economías.
En la zona del euro en su conjunto, el indicador continúa señalando un aumento en el impulso de crecimiento. Para Alemania, el indicador apunta a un retorno a la tendencia de crecimiento mientras que para Italia, que obtiene la mejor calificación, el indicador sigue señalando un "cambio positivo" en el crecimiento de la economía, con el índice subiendo a 100,7, marcando el mayor aumento entre los países observados.
El índice señala mejoras moderadas en el crecimiento en la mayoría de los principales países de la OCDE, pero una estabilización o desaceleración en el impulso de las grandes economías emergentes. La valoración de este mes prácticamente no ha cambiado con respecto al mes pasado para todas las principales economías, excepto China, donde la atención se centra ahora en una desaceleración.
