Italia es uno de los países que más ha presionado en el acelerador de reformas en el último año, pero debería lanzar nuevas medidas en el campo del trabajo, la educación y sobre todo los impuestos, bajando las tasas nominales para reducir las distorsiones y los incentivos a la evasión. Así lo escribió la OCDE en el informe "Obiettivo Crescita", publicado el viernes 26 de febrero, pocos días después de la fuerte revisión a la baja de las estimaciones de crecimiento del PIB italiano (al 1% desde el 1,4%).
El informe, publicado en la reunión de ministros de finanzas del G20 en Shanghái, identifica y evalúa el progreso realizado por varios países en reformas clave para promover el crecimiento a largo plazo, mejorar la competitividad y la productividad y crear empleos. "El ritmo de las reformas sigue siendo en general mayor en los países del Sur de Europa, especialmente en Italia y España, que en los del Norte", escriben los economistas de la Organización, señalando además que en Italia y España "fue mayor la cantidad de recomendaciones puestas en práctica”.
Sin embargo, la OCDE subraya que, a pesar de la recuperación, en nuestro país “el desempleo sigue siendo muy alto, especialmente entre los jóvenes (43% en 2014, ndr), además del alto porcentaje de parados de larga duración (61%)”. en ambos casos las terceras peores cifras en el área de la OCDE. Esto "socava el crecimiento y la inclusión a largo plazo, ya que conduce a la erosión de las habilidades y reduce la movilidad social".
Italia ostenta el récord de “desajuste entre las cualificaciones y el trabajo realizado. Es una situación que preocupa a casi el 14% de los trabajadores, que se encuentran sobre (o infra) cualificados para las tareas que desempeñan. Si Italia redujera esta inconsistencia a niveles de mejores prácticas, la productividad aumentaría en un 10%, calcula la OCDE. Según el informe, en Italia “la movilización de una amplia gama de políticas para mejorar las oportunidades laborales sigue siendo una prioridad en la agenda de reformas”.
Entre otras cosas, "mejorar la equidad y la eficiencia en la educación aumentaría las posibilidades de los jóvenes de encontrar trabajo", mientras que "reforzar las políticas activas de empleo reduciría el riesgo de pobreza y exclusión social de los parados de larga duración". El año pasado, la OCDE también recomendó ampliar la formación profesional postsecundaria y aumentar las tasas de matrícula, pero introduciendo un sistema de préstamos para pagarlas similar al de Gran Bretaña. El estudio también toma nota de las recientes medidas legislativas que tienen como objetivo mejorar la eficiencia de los tribunales civiles y simplificar los procedimientos concursales, como había recomendado la propia OCDE el año pasado.
