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Monti: apoyo de Merkel y Hollande

Tras la dilatada entrada de Silvio Berlusconi en el ejecutivo de Mario Monti, surgió un intenso coro de voces europeas, desde Merkel hasta Hollande, que temen una deriva populista en la política italiana, que podría frenar el proceso de reformas al amenazar la estabilidad económica y financiera del continente.

Monti: apoyo de Merkel y Hollande

No hay duda de que la entrada extendida de Berlusconi asustó a los mercados ya los operadores financieros: el diferencial bailó por encima de los 350 durante casi todo el día y las acciones del banco Piazza Affari cayeron varios puntos porcentuales.

Si la retirada del voto de confianza -y la dimisión que Monti ha anunciado que pretende entregar tras la aprobación parlamentaria de la ley de estabilidad- no supuso de inmediato la caída del Gobierno, las declaraciones de Alfano del pasado viernes fueron sin embargo interpretadas por la comunidad internacional comunidad como una desconfianza anunciada de la llamada “agenda Monti”. 

Y esto es lo que asusta más que nada a los líderes de la UE y a las cancillerías de la Eurozona: ¿seguirá Italia por el camino de la reforma emprendido hace poco más de un año por el Gobierno de los catedráticos?

Fuera de Italia, nadie, aparte del presidente del Parlamento Europeo Martin Schulz, ha hecho hasta ahora polémicas declaraciones sobre el regreso a escena del ex primer ministro, sobre todo para no ofrecer un nexo conveniente con el populismo antieuropeo de Berlusconi.

Pero es palpable la preocupación de un giro demagógico y populista de cara a las próximas elecciones: “Angela Merkel, siempre ha trabajado de manera óptima con el primer ministro, Mario Monti”, dijo el portavoz de la Cancillería alemana, y agregó que no quiso comentar sobre tendencias políticas internas en Italia.

El comentario del presidente francés también es significativo. François Hollande, que calificó al Profesor como un político que es todo menos de bajada: "No sé qué papel elegirá pero lo he visto bastante activo, lejos de estar desarmado". Una declaración que destaca hasta qué punto la contribución de Monti a la recuperación de Italia se considera un activo fundamental también para la continuidad de las reformas a nivel europeo.

La decisión de no comentar sobre la dinámica política interna también fue tomada por el presidente de la Comisión Europea, Jose manuel barroso, quien en una entrevista con Sky TG24 subrayó la importancia para Italia a “continuar por el camino de las reformas estructurales y la consolidación presupuestaria. Las elecciones – dijo Barroso – no deben ser una ocasión para postergar reformas”.

El primer ministro saliente se encuentra hoy en Oslo con motivo de la ceremonia de entrega del Premio Nobel de la Paz a la Unión Europea. Y es bajo la bandera de la diplomacia y los tonos prudenciales que se han sucedido los numerosos comentarios realizados por las agencias. Más categórica, respecto a las perspectivas políticas en Italia, fue la vocera del Ministerio de Hacienda alemán encabezada por , Wolfgang Schaeuble,: "Esperamos que Italia respete plenamente los compromisos contraídos en Europa también en el futuro, tal como se han acordado, y continúe el camino de las reformas ya emprendidas", subrayando la estrecha conexión entre los acontecimientos nacionales y las dinámicas macroeconómicas y financieras de todos del continente, que en los últimos días también han mostrado su peso en la evolución de la economía alemana. "No prevemos una fase de desestabilización en la Eurozona", prosiguió la portavoz, subrayando implícitamente cómo debe evitarse responsablemente una deriva de los Belpaese de Berlín, arrastrada por el oportunismo de la derecha y por crecientes fermentos aislacionistas.

La "persuasión moral" alemana ha encontrado otro megáfono autorizado por boca de Jörg Asmussen, miembro del comité ejecutivo del BCE, quien en una entrevista con el diario 'Bild' comentó cómo la próxima mayoría parlamentaria, sea del color que sea, tendrá que seguir la senda reformista en el marco de los acuerdos ya alcanzados a nivel nivel supranacional por el Ejecutivo de Berlusconi y sobre todo por el Gobierno de Monti, que "ha hecho mucho en poco tiempo, recuperando la confianza de los inversores y persiguiendo la consolidación fiscal". 

El Ministro de Asuntos Exteriores alemán también habló de Italia, Guido Westerwelle, quien, en una entrevista con el semanario "Der Spiegel", afirmó que "Italia no debe detenerse en el camino de las reformas ahora que ha completado dos tercios del camino".  

El riesgo de que la política nacional cierre las puertas a las reformas es la mayor preocupación del continente en estos momentos, ya que –concluye Westerwelle– “Italia, pero también toda Europa, volvería a caer en una nueva fase de turbulencias”.

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