“Buenos días, buenos días, es la última visita y cena de Estado que estoy realizando como presidente. Hemos guardado lo mejor para el final“. Como' Barack Obama, informa la agencia Ansa, comenzó dando la bienvenida a Matteo Renzi a la Casa Blanca. Me considero un italiano de honor”, prosiguió el presidente estadounidense, recordando sus viajes a Italia “ya que Michelle y yo no teníamos hijos”. “Estados Unidos fue construido sobre inmigrantes, y grande y fuerte sobre inmigrantes”, agregó.
l
“Italia es uno de los mayores aliados que tenemos” y con EE.UU. sigue el lema “acuerdos claros y larga amistad”, añadió Obama, “ya que hay condiciones entre Italia y EE.UU. que no pueden ser más claras. Tenemos una visión común". Los dos países, añadió, están trabajando para que "Europa se convierta en un continente de libertad". Y vuelve: "No tengo tanta suerte de tener antepasados italianos, pero Me considero un italiano de honor. Nuestro amor por Italia es profundo”.
de su parte, Renzi así elogió al presidente de los Estados Unidos: “Historia magistra vitae, la historia es maestra de vida y con usted, señor presidente, se hizo historia”. El primer ministro italiano enumeró luego los desafíos comunes de "construir puentes y no muros, de apoyar el crecimiento", de luchar contra el terrorismo. Y, citando Dante: “Hay una expresión del poeta florentino que no puedo traducir: 'No fuisteis hechos para vivir como los brutos sino para seguir la virtud y el conocimiento'. Nuestra misión no es seguir la brutalidad, sino los valores, el conocimiento. Esta es la elección para nosotros hoy y creo que nunca nos cansaremos de ser verdaderos amigos, socios sólidos de los EE. UU., en este espíritu".
Cena de Estado de esta noche es sin duda el evento más simbólico de la visita de tres días del Primer Ministro Matteo Renzi. Es el 13 para Barack Obama, el último de su doble mandato: solo en 2016 organizó 4, uno de los cuales con todos los líderes de los países escandinavos. La última, el 2 de agosto con la premier de Singapur Lee Hsien Loong. Para hacerse una idea de cómo los Obama querían dar a la 'Cena de Estado' un tono reservado a las grandes ocasiones, basta pensar que Lyndon B. Johnson organizó 54 en 62 meses de presidencia. Ronald Reagan 52 en dos mandatos. Jimmy Carter 28 en 4 años. Y los propios Clinton hasta 28.
