El mercado inmobiliario tocó fondo en 2013, pero tras ocho años de cotización en picada, la tendencia se está invirtiendo: de hecho, las ventas en el sector residencial aumentan un +4,1% en el primer trimestre de 2014 respecto al mismo periodo del anterior año
Así se desprende del último Informe Nomisma sobre el sector, una encuesta que se centra en 13 grandes ciudades, de Roma a Milán, de Venecia a Palermo. La nota positiva viene después de un tsunami que azotó a los ladrillos a partir de 2006. En ese período, destaca Nomisma, las cantidades comercializadas cayeron un 56,5% en el sector residencial y un 63,5% en el sector comercial y terciario. El camino hacia la recuperación sigue siendo largo y tortuoso, sobre todo si es cierto que cada vez son menos las familias que buscan vivienda, incluso "324 frente a las casi 730 de hace un año", mientras que los potencialmente interesados en actuar "son 1,6 millones frente a casi 2 millones en 2013”.
Los datos objetivos, sin embargo, no deben pasarse por alto; en el primer trimestre de 2014, el comercio finalmente recuperó su signo más y el porcentaje fue aún más significativo que el promedio nacional en las 13 ciudades examinadas: +7,4% para el segmento de vivienda; +14,9% el comercial. Lamentablemente, la tendencia sigue siendo negativa en el sector de la gestión (-2,6%). En el frente de precios, sin embargo, la caída no se detiene: -4,2% la tendencia anual de las viviendas en las 13 grandes ciudades; -18,9% desde 2008.
El resto de indicadores del mercado también siguen marcados por la debilidad: el descuento medio aplicado a los inmuebles residenciales es del 16,5%, mientras que el de los inmuebles comerciales supera el 17%. Los alquileres muestran tendencias similares, aunque el alquiler es ahora la alternativa obvia a la compra: "En general - dice el informe - el mercado de alquiler residencial en 2014 mostró una menor dispersión de valores y un aumento en el alquiler medio".
En el frente crediticio, observa el centro de estudios, las cosas mejoran pero la recuperación aún está lejana: "no hay dudas de que se han superado los excesos restrictivos que caracterizaron la fase más aguda de la crisis, pero parece igualmente evidente que la vuelta a la normalización de la dotación es un proceso que acaba de empezar y, de momento, se limita al apoyo a las familias".
Concluyendo: "el punto más bajo de la actividad de los asentamientos ha quedado atrás, pero el camino por delante parece no ser corto, y tal vez haya llegado el momento de acelerar el ritmo".