El mercado inmobiliario sigue en plena recesión, pero al final del túnel, promete Nomisma, se puede ver la luz. “La segunda ola de recesión iniciada en 2011 parece haber llegado a su fin –se lee en una nota– si bien no se prevén mejoras significativas para 2014, a partir de 2015 se considera plausible un inicio de recuperación que debería tener un mayor impulso en el segmento no residencial versus residencial". En la encuesta del Observatorio del Mercado Inmobiliario sobre las 13 grandes ciudades, actualizada a noviembre de 2013, se informa que aún prevalecen juicios negativos por parte de los operadores inmobiliarios para los próximos 6 meses; en cuanto a los valores, el sentimiento es aún más pesimista respecto a las cantidades negociadas, cuyo saldo previsto va en aumento respecto a los últimos seis meses.
Básicamente 2013 sigue en una fuerte recesión, pero, eso es lo bueno, la bajada va perdiendo intensidad conforme van pasando los meses y entonces la señal debería volverse positiva. “El año en curso – afirma Nomisma – deberá cerrar con un número de ventas del orden de 407 mil unidades, lo que corresponde a una variación anual de -8,3%. Durante los próximos dos años, las transacciones deberían aumentar a una tasa superior al 9% anual, manteniéndose aún por debajo de las 500 unidades.
Sin embargo, este escenario supone una continuación del ajuste de los precios inmobiliarios: la retarificación, que comenzó tarde con respecto a la caída de las ventas, continuará también en los próximos dos años, aunque con una intensidad progresivamente decreciente. El ajuste a la baja de los valores inmobiliarios será significativo en 2014 en todos los sectores, será más contenido en 2015 (con descensos inferiores a 2 puntos porcentuales), mientras que habrá que esperar a que 2016 vuelva a ser positivo señales".
Las ventas bajan, pero el desplome no es comparable al del año pasado (-25,8%) Las cosas están algo mejor en las grandes ciudades (-5,6%) y se estima un progresivo agotamiento del fuerte empuje recesión y una paulatina estabilización de el mercado, aunque en cantidades reducidas en un 40-50% en comparación con el período anterior a la crisis.
Sin embargo, muchos elementos que caracterizan la recesión se están suavizando: los tiempos medios de venta de viviendas usadas se han estabilizado (8,4 meses de media), mientras que los de oficinas y comercios se han alargado apenas 10 días, alcanzando respectivamente 10,8, 10,1 y XNUMX meses después. un período caracterizado por un alargamiento progresivo.
En los últimos seis meses hubo un alineamiento del descuento respecto al practicado en el primer semestre para viviendas y oficinas, mientras que aumentó el descuento para comercios. En el mercado residencial se alcanzó de media un 16,5% (vivienda usada) y un 11,5% (vivienda nueva), un 17,7% para oficinas y un 17,4% para comercio.
Los precios, por su parte, registraron una variación de -2% para viviendas nuevas, -2,2% para usadas, -2,3% para oficinas y -1,9% para locales comerciales en el segundo semestre del año.
Volviendo al mercado corporativo, Nomisma señala que Italia muestra tímidos signos de recuperación: la incidencia en las inversiones continentales pasó del 1,4% en 2012 al 2,3% en 2013. A finales de 2013, el volumen de transacciones inmobiliarias institucionales debería alcanzar 3,3 millones de euros, lo que representa algo menos del doble de las inversiones realizadas el año pasado. La participación de las inversiones extranjeras está creciendo, alcanzando el 73% del mercado.
Las señales positivas provienen del frente hipotecario. “La dinámica de los préstamos para la adquisición de vivienda crecen anualmente un 2,8% -escribe Nomisma- y son el único componente del crédito a los hogares en terreno positivo”. Vemos “algunas señales que pueden indicar que en 2014 se terminará la contracción de los desembolsos y se iniciará un lento proceso de recuperación. El primer elemento positivo deriva de las percepciones de los propios bancos, que señalan para el último trimestre de 2013 el inicio de una tendencia de oferta crediticia menos restrictiva frente a una demanda percibida ligeramente creciente”.