Mientras espera al Tiburón, el Colibrí reaparece, separando a todos pero sin asustar en absoluto al Cóndor de Ecuador. La primera etapa en los Dolomitas, con altitudes no prohibitivas con llegada a San Martino di Castrozza, relanza a Esteban Chaves tras un largo periodo de decepciones y amargura pero no roza los huecos en lo más alto de la clasificación siempre dominada por Carapaz con 1'54” sobre Nibali, 2'16” sobre Roglic y 3'03” sobre su compañero Landa.
Chaves, a años luz del maillot rosa, no tuvo dificultad para insertarse en la escapada de doce corredores que disputaron toda la etapa por delante mientras que por detrás del grupo de los mejores dio inmediatamente la impresión de querer aplazar hoy, en la última etapa de los Dolomitas con Manghen, Croce d'Aune y Monte Avena, los últimos fuegos artificiales en las montañas antes de la contrarreloj final en Verona.
En las amplias curvas cerradas que conducen sin tirones a San Martino di Castrozza, Chaves ha intentado en repetidas ocasiones separar a sus compañeros de escalada. Al final dio en el clavo para ir a recoger el abrazo de sus padres que llegaron desde Colombia para celebrarlo. Detrás de él a las 10” venía Andrea Verdame lo que incluso podría haber molestado más al Colibrí si no hubiera tenido un doble accidente mecánico.
Por detrás del grupo sólo Miguel Ángel López consigue mover las aguas atacando en los últimos kilómetros y consiguiendo adelantar 44” a los demás que le acercan al quinto puesto de Bauke Mollema en la general. Roglic también intentó una salida, pero Landa lo chocó por detrás y luego también Nibali y Carapaz. A 48 horas del final del Giro las casas de apuestas citan a Carapaz como ganador a 1,40, Nibali a las 4, Roglic a las 7,50 y Landa a las 16.