La interpretación resume un tanto el cliché de cierta prensa anglosajona, muchas veces -y no siempre con razón- hostil hacia la bota. “Italia es como un país del tercer mundo”, encabeza con decisión la versión online de la revista estadounidense Newsweek, para luego comenzar el artículo con el más clásico de: "Italia puede ser rica en patrimonio cultural y aún ostenta la séptima economía más grande del mundo, pero las estadísticas sociales están más en línea con las del desarrollo emergente del Tercer Mundo". Como para subrayar el eterno cliché (¿o quizás no?) de la belleza artística frente a la coyuntura económica.
Luego, el autor del artículo continúa analizando las estadísticas, siguiendo el ejemplo de algunos datos de Istat publicados hoy, que en realidad no brindan una imagen tan tranquilizadora. El primer objetivo es inevitablemente el desempleo juvenil, que alcanzó niveles récord en 2012: más de un millón de menores de 24 años están desempleados, es decir, el 37% de los trabajadores de esa franja de edad. Además, como ahora se sabe (aunque Newsweek se sorprenda o finja sorprenderse), es más fácil que los jóvenes con títulos universitarios permanezcan en el paro, porque están menos dispuestos a trabajar sin contrato y en sectores no cualificados.
Posteriormente, una autora solo pudo enfatizar la cuestión de las mujeres, en la que Italia en realidad va a la zaga de los estándares europeos: "Las mujeres, además de ganar un 15% menos que los hombres, tienen pocas posibilidades de encontrar trabajo, especialmente en las regiones del sur, donde 6 de cada de 10 están fuera del mercado laboral". Por no hablar de la violencia doméstica, que va en aumento: 120 mujeres asesinadas en 2012, una cada tres días.
A continuación se enumeran otros datos, probablemente significativos pero ciertamente incomparables con los del Tercer Mundo: "Aunque el 72,4% de los italianos sean propietarios de la casa donde viven, sólo el 56% de las familias tiene ordenador, el 45,3% lavavajillas (¿cuántos en el Tercer Mundo lo tienen? Ed), el 33,4% sistema de aire acondicionado”. Al menos esta última cifra podría considerarse virtuosa, dadas las consecuencias negativas sobre el medio ambiente, pero no: "Aunque los veranos italianos se encuentran entre los más calurosos de Europa". Entonces, solo para cerrar con otro cliché.
