"No hablemos tonterías". Así comenta el Presidente de la República, Giorgio Napolitano, la hipótesis de elecciones anticipadas. El Jefe de Estado no se pronuncia sobre el enfrentamiento interno en el Partido Demócrata entre el primer ministro Enrico Letta y el secretario Matteo Renzi, pero sugiere que la cuestión no puede resolverse con las urnas.
Por otra parte, en las próximas horas el desafío entre los dos líderes del centroizquierda inevitablemente llegará a un ajuste de cuentas. Hay dos citas en la agenda.
En primer lugar, la rueda de prensa convocada para esta tarde por el Primer Ministro, que presentará el nuevo plan de coalición para relanzar la acción del Gobierno y garantizar su supervivencia al menos hasta el final de la presidencia italiana de la UE (julio-diciembre de 2014).
El segundo y aún más decisivo punto de inflexión llegará mañana con el liderazgo del Partido Demócrata, antes de la convocatoria original del 20 de febrero. En ese momento, Renzi le hará saber qué camino tiene la intención de tomar.
Quedan, al parecer, sólo dos opciones: sustitución del Gobierno por un nuevo Ejecutivo, expresión de la nueva mayoría del Pd (el presidente del Gobierno no pretende dar un paso al costado a falta de un acto formal de censura) o reconciliación con Letta sobre la base del nuevo programa de coalición.
La tercera vía, teóricamente, sería el voto. Pero para quienes deberían disolver las Cámaras es un "tonto".
