Crossroads Scudetto, capítulo dos. El campeonato, tras el de la semana pasada, nos regala el segundo confrontación directa consecutivos en clave tricolor, esta vez ya no en San Siro sino en el igualmente sugerente escenario del Maradona. Napoli-Inter (18 horas), si cabe, cuenta aún más que el derbi que acaba de terminar, porque el doblete de Giroud ha cambiado drásticamente la balanza, convirtiendo la lucha por el título en un duelo a tres bandas. Los nerazzurri siguen al mando, y además tienen un partido menos que sus dos rivales, pero si se marcharan hoy de Fuorigrotta con resultado negativo, perderían toda la ventaja acumulada hasta ahora, con todas las consecuencias.
Sin embargo, no es solo el equipo de Inzaghi el que tiene la presión, al contrario: spalletti sabe que no puede permitirse el lujo de desperdiciar esta oportunidad, independientemente de las expectativas en el inicio de la temporada, que lo vio competitivo "solo" por un lugar en la liga de campeones. “Hay que especificar siempre que el objetivo declarado es volver a estar entre los cuatro primeros, pero sabemos que de ganar este partido podemos ser catapultados hacia otro objetivo –afirmó el técnico azul–. Es una situación chula, nos hizo pasar una semana con una sonrisa incluso mientras dormíamos, es una situación que nos encanta vivir".
El mensaje, por tanto, es claro y positivo, una especie de "ve y disfruta, no tenemos nada que perder" que sin embargo huele a pretáctica. Al fin y al cabo, el Napoli a principios de temporada era una máquina casi perfecta, capaz de hacer una racha limpia casi sin encajar gol, luego llegaron las lesiones y las consiguientes dificultades. Estar un punto por detrás del Inter (con un partido más, repetimos) ya es por tanto un éxito, pero ahora está la posibilidad de adelantarles y un gran equipo, ya sabes, no la dejaría escapar. Lo mismo, obviamente, también se aplica a los nerazzurri, que llegaron a Nápoles para olvidar el derbi y reafirmar su superioridad ante todos. Inzaghi, ayer en silencio de prensa por la descalificación, es consciente de que este partido abordará buena parte de su temporada, una suerte de puertas correderas de las que no habrá vuelta atrás, en un sentido u otro. Esta vez, después de mucho tiempo, los papeles parecen haberse invertido, dado que los azzurri tienen prácticamente a toda la plantilla a su disposición y viven un momento de gran ilusión, mientras que el Inter tendrá que rendirse Bastoni (lesionado, pero también descalificado) y, sobre todo, tener que lidiar con la eliminatoria del pasado sábado, solo mitigada en parte por el triunfo ante la Roma en la Coppa Italia.
Spalletti también ha encontrado Koulibaly e Anguisa, pero podría dejarlos en el banquillo en virtud de quién tiró del carro (bueno, dados los resultados) durante la Copa de África, optando así por un 4-2-3-1 con Ospina en la portería, Di Lorenzo, Rrahmani, Juan Jesús y Mario Rui en defensa, Lobotka y Fabian Ruiz en el centro del campo, Politano, Zielinski e Insigne detrás del solitario delantero Osimhen. Inzaghi responderá con un 3-5-2 que verá a Handanovic en la portería, D'Ambrosio, De Vrij y Skriniar en la zaga, Dumfries, Barella, Brozovic, Calhanoglu y Perisic en el centro del campo, Dzeko y Lautaro en ataque. Sin embargo, el Olímpico de Roma, escenario del partido entre Lazio y Bolonia (25 horas), abrirá el telón en la jornada 15. Reto muy delicado para Maurizio Sarri, que pensó que había conquistado definitivamente el mundo de la Lazio en Florencia: se equivocó, porque el Milan sufrió el miércoles una derrota que era demasiado mala para irse tranquila, sobre todo porque la Copa de Italia podría dar acceso directo a la Europa League, ni mucho menos lo que es obvio. a la luz del sexto lugar en la clasificación, menos 6 de la Juventus cuarto.
La Lazio necesita ganar y posiblemente convencer, de lo contrario su temporada corre el riesgo de quedar incompleta. La buena noticia es que Immobile se ha recuperado y, por tanto, estará sobre el terreno de juego con regularidad, lo que no es poca cosa teniendo en cuenta la total dependencia que tiene el equipo de él. Sarri insistirá en el habitual 4-3-3 con Strakosha en la portería, Lazzari, Luiz Felipe, Patric y Marusic en defensa, Milinkovic-Savic, Leiva y Luis Alberto en el centro del campo, Pedro, Immobile y Zaccagni en ataque. Mihajlovic, recién llegado del empate en casa con el Empoli, intentará el golpe con un 3-5-2 con Skorupski en la portería, Soumaoro, Medel y Theate atrás, Hickey, Schouten, Svanberg, Soriano y Dijks en el centro del campo, Orsolini y Pareja ofensiva de Arnautovic.