Después de Irlanda, Luxemburgo y Holanda, ahora le toca el turno a Reino Unido, en pleno proceso de despedida de la UE, de pasar bajo el guante de la Antimonopolio europea por obsequios a multinacionales. De hecho, la Comisión ha abierto una investigación en profundidad sobre el régimen británico que permite que determinadas operaciones de grupos multinacionales queden exentas de la aplicación de las normas nacionales de lucha contra la evasión fiscal.
Los Servicios Europeos de Competencia examinarán si el esquema permite que estas multinacionales paguen menos impuestos al Reino Unido en violación de las normas de la UE sobre ayudas estatales. Lógicamente, las decisiones de la UE relativas al Reino Unido mientras está en curso su participación en la Unión deberían aplicarse también cuando se haya producido el Brexit, ya que se refieren precisamente al pasado.
En Londres y sus alrededores, además de varias multinacionales internacionales o instituciones bancarias, también hay dos importantes grupos italianos como Fiat Chrysler e Igt/Lottomatica, que han elegido las orillas del Támesis para su oficina de impuestos.
