Consumidores obligados a convertirse en accionistas para obtener un préstamo subvencionado para financiar las operaciones de ampliación de capital social realizadas en 2013 y 2014. Una práctica comercial desleal por la que la Antimonopolio sancionó con 4 millones y 500.000 euros a la Banca Popolare di Vicenza.
De acuerdo con la Autoridad de Competencia y Mercados, en el período 2013-abril de 2015 el Banco condicionó el desembolso de préstamos a consumidores a la compra por parte de éstos de sus propias acciones o bonos convertibles, con el fin de lograr el éxito de las referidas operaciones de aumento de capital y alcanzar los objetivos fijados en el mismo.
En particular, para obtener el cc.dd. "hipotecas de accionistas", caracterizadas por condiciones económicas favorables en comparación con los productos hipotecarios
ordinarios, se condicionó a los consumidores: i) a adquirir bloques mínimos de acciones del Banco (equivalentes a 100 acciones) y ii) a no vender estos bloques de acciones, a fin de seguir beneficiándose de las condiciones económicas favorables.
Además, al mismo tiempo que se firmaba el "préstamo mutuo de accionistas", también se inducía a los consumidores a abrir una cuenta corriente
reservado a los accionistas ante la perspectiva de la necesidad de establecer una nueva relación de cuenta corriente con el Banco a efectos de perfeccionar el préstamo de accionista y la posibilidad de aprovechar las ventajas de ser accionista también en esta relación.
El Antimonopolio ha encontrado que la conducta de Banca Popolare di Vicenza ha limitado considerablemente la libertad de elección de
consumidores en relación con los productos de préstamo, induciéndolos a tomar una decisión comercial que de otro modo no habrían tomado: a saber, la suscripción de valores del Banco (valores que además son difíciles de negociar y liquidar, dada la naturaleza de Banca Popolare di Vicenza como sociedad no cotizada, y que durante el transcurso del préstamo no pudo ser enajenada, so pena de perder las condiciones económicas facilitadas previstas). Antimonopolio también constató que Banca Popolare di Vicenza, al obligar a los consumidores también a abrir una cuenta corriente de accionista vinculada al préstamo, ha puesto en marcha una práctica vinculante de hipoteca-cuenta corriente prohibida por el Código del Consumidor.