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Google: multa récord de 4,3 millones, pero Big G promete batalla

Es la multa más alta jamás impuesta por la UE: Google tendrá 90 días para poner fin a sus prácticas anticompetitivas, de lo contrario se enfrentará a una multa monstruosa equivalente al 5% de la facturación diaria promedio de la empresa matriz Alphabet.

Google: multa récord de 4,3 millones, pero Big G promete batalla

Ha llegado la confirmación oficial de la Comisión Europea. Google recibió una multa de 4,34 millones de euros por infringir las normas de competencia con su sistema operativo Android. Es la multa más alta jamás impuesta por Bruselas, incluso si, para un gigante como Big G, representa una cantidad en gran medida sostenible.

Sin embargo, la mano dura de la UE no se detiene ahí. De hecho, la Comisión ha anunciado que la empresa Mountain View tendrá 90 días para poner fin a su conducta anticompetitivade lo contrario, se enfrentará a un castigo aún mayor, pagando "multas de hasta el 5% de la facturación diaria promedio de Alphabet, empresa matriz de Google".

Pero, ¿qué habría hecho el gigante de la web para merecer una sanción tan ejemplar? La comisaria de Competencia, Margrethe Vestager, lo explicó: Google ha “impuesto restricciones ilegales a los fabricantes de dispositivos Android y operadores de redes móviles con el fin de consolidar su dominio en la búsqueda general de Internet”.

“Nuestro caso –continuó Vestager– se refiere a tres tipos de restricciones impuestas por Google a los fabricantes de dispositivos Android y operadores de red para garantizar que el tráfico en los dispositivos Android se dirija al motor de búsqueda de Google. De esta forma, Google ha utilizado Android como vehículo para consolidar el dominio de su motor de búsqueda. Estas prácticas han negado a los competidores la oportunidad de innovar y competir sobre la base de los méritos. Y han negado a los consumidores europeos los beneficios de una competencia efectiva en la importante esfera móvil. Todo esto es ilegal según las normas antimonopolio de la UE”.

Pasando de la teoría a la práctica, las acusaciones se remontan a abril de 2016 después de que una investigación mostrara cómo la empresa obliga a los fabricantes de teléfonos inteligentes y tabletas a utilizar sus productos de búsqueda, monopolizando los ingresos por publicidad. En detalle, Big G ha obligado a los fabricantes a preinstalar Play Store (la tienda de aplicaciones de Google) en todos los dispositivos Android. La Play Store, por cierto, solo se puede descargar a través de la Búsqueda de Google, que a su vez solo se puede encontrar con Google Chrome. En definitiva, una cadena que según la UE supondría un abuso de posición dominante. Pero las irregularidades no acaban ahí, el gigante de Mountain View "pagó a algunos grandes fabricantes y operadores de redes móviles para que preinstalaran en exclusiva la aplicación Búsqueda de Google en sus dispositivos" y, por último, "evitó que los fabricantes que deseaban preinstalar aplicaciones de Google vendieran incluso un dispositivo móvil inteligente que se ejecuta en versiones alternativas de Android no aprobadas por Google (las llamadas "Horquillas de Android")".

Estos son los motivos de la multa. Además, en los próximos 90 días, "como mínimo, Google debe detenerse y no volver a participar en ninguno de los tres tipos de prácticas" impugnadas por la Comisión. La decisión también "obliga a Google a abstenerse de cualquier medida que tenga el mismo objeto o un objeto equivalente o un efecto similar a estas prácticas".

Sin embargo, ante estas perspectivas, Google no tiene intención de rendirse y ya ha anunciado su intención de apelar: “Android – explicó un portavoz – ha creado más opciones para todos, no menos: un ecosistema próspero, innovación rápida y precios más bajos son las características clásicas de la dura competencia. Apelaremos la decisión de la Comisión".

Recordamos que no es la primera vez que Big G se enfrenta al hacha de la Comisión de la UE: en 2017, de hecho, llegó la multa de 2,4 millones de euros por el caso Google Shopping.

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