Open Fiber gana la primera ronda de lo que promete ser (y ya es) una dura batalla con Tim. De hecho, después de una larga investigación, la Autoridad de Competencia y Mercados anunció que se había cerciorado de que, a partir de 2017, "Telecom Italia -como se indica en la nota de Open Fiber que se refiere al Antimonopolio- ha implementado un conjunto de acciones anticompetitivas, creada sobre todo para impedir y dificultar la afirmación de la Fibra Abierta en el mercado nacional, así como el desarrollo y uso de la infraestructura enteramente de fibra que está construyendo la Fibra Abierta”. Por eso Tim, que ya anunció la apelación, fue condenado una maxi multa de 116 millones de euros.
La estrategia sancionada, dirigida a "preservar injustificadamente -según el Garante- el poder de mercado mayorista y minorista que ostentaba TIM, y a dificultan la entrada en el mercado de Open Fiber, evitando una transformación del mercado según condiciones de competencia infraestructural”, se refería tanto a las áreas en las que Open Fiber interviene como operador privado, como a las áreas en las que Open Fiber interviene para crear la red pública (áreas blancas).
"Tomamos nota -es la respuesta escueta de Tim- de la decisión tomada por la Autoridad de Competencia y Garantes del Mercado por conductas que se remontan a años atrás, contra las cuales vamos a apelar a la justicia administrativa. La disposición genera dudas, también porque la supuesta conducta anticompetitiva de TIM es evaluada de manera completamente diferente por el regulador del sector (AGCOM)”.
“La Autoridad Antimonopolio – continúa Tim – en cualquier caso ha evaluado positivamente el hecho de que Tim detuvo de inmediato la inversión en Áreas Blancas, nunca ha comercializado sus servicios de ultrabanda y ha renunciado a todas las disputas existentes en las licitaciones de Infratel de Fibra Abierta. Es asombroso recibir una sanción por haber hipotetizado invertir recursos privados en la modernización del país para el logro de los objetivos de la Agenda Digital”, concluyó Telecom Italia.
La multa de 116 millones impuesta, en cambio, según la opinión de Open Fiber, tiene el objetivo de representar una disuasión respecto a la reincidencia de conductas anticompetitivas: "Como es sabido -insiste Open Fiber-, la magnitud de los daños sufridas por los recurrentes (incluyendo Open Fiber) serán constatadas por la Autoridad Judicial Ordinaria e no depende del valor de la multa".
Mientras tanto, Open Fiber ha seguido su propio camino, realizando las inversiones previstas en su plan de negocio hasta el momento, y alcanzando al cierre de 2019, cobertura de fibra de ocho millones de unidades de propiedad, convirtiéndose así, con diferencia, en el principal proveedor nacional de infraestructura totalmente de fibra. “Open Fiber está más convencida que nunca de que la presencia en el mercado de operadores neutrales (solo mayoristas) es la única garantía para el desarrollo de un mercado verdaderamente competitivo”, prosigue la nota.
"Con base en lo probado por la Autoridad, - concluye la empresa dirigida por Elisabetta Ripa - Open Fiber espera, para el futuro, que la confrontación competitiva sea justa y se realice de conformidad con las reglas establecidas para proteger a los consumidores y El mercado".
Mientras tanto, ayer, la Comisión Europea dio luz verde a la fusión de las torres de Inwit (grupo Tim) y Vodafone Italia