Comprar, cerrar, cortar. En un intento de revivir Motorola, Google toma el hacha. Tras comprar la telefónica por 12,5 millones de dólares en mayo, el gobernante absoluto de los buscadores opta por una línea dura y envía a 4.000 empleados a casa, equivalente a una quinta parte de toda la plantilla. La fracción se vuelve aún mayor si observa las 94 oficinas de Motorola en todo el mundo: alrededor de un tercio se verá obligado a cerrar sus puertas.
“Estos cambios están diseñados para devolver la rentabilidad a la unidad de dispositivos móviles de Motorola –explica Google en la documentación enviada a la US Sec–, luego de pérdidas en 14 de los últimos 16 trimestres”. Un tercio de los 4.000 puestos de trabajo que se eliminarán estarán en EE. UU., pero la compañía aún no ha especificado dónde o qué instalaciones se verán afectadas.
