Los países emergentes están tratando de cambiar de rumbo, pero no pueden encontrar el camino hacia arriba. En el último mes, el índice Msci EM perdió un 16,6%, lo que llevó el rendimiento del año hasta la fecha al -11% (datos en euros a 25 de agosto). La huida de inversores se explica en parte por el empeoramiento de las perspectivas de crecimiento global (que ha convencido a los inversores a alejarse de activos considerados de mayor riesgo) pero, también, por la próxima subida de tipos en EE.UU. que empuja a los operadores a centrarse en activos financieros denominados en dólares .
Caos China
Para complicar las cosas para todo el segmento, China también ha comenzado. El gobierno del país asiático intervino en bolsa luego de que las ventas en listas locales, entre mediados de junio y principios de julio, hubieran quemado el 30% de su valor. Las autoridades han reaccionado con una serie de medidas destinadas a estabilizar el mercado, que incluyen recortes en las tasas de interés y los coeficientes de reservas obligatorias, la suspensión de las OPI (que reducen la liquidez del mercado), la prohibición de que los principales accionistas vendan sus inversiones durante seis meses, la imposición de restricciones a las ventas en corto y alentar a los bancos, casas de bolsa, compañías de seguros y fondos de pensiones a comprar acciones. Las intervenciones no fueron apreciadas por los mercados que interpretaron el plan como un intento del Estado de condicionar las cotizaciones bursátiles. El sentimiento de los operadores no mejoró cuando el Banco Popular de China decidió devaluar el yuan, provocando un pequeño terremoto en los mercados globales que volvió a cuestionar la estabilidad de la primera economía emergente y de toda la economía mundial.
Problemas comunes
Hay que decir que los problemas a los que se enfrentan ahora los mercados emergentes no acaban en la Tierra del Dragón. “La desaceleración del comercio mundial está obligando a las economías en desarrollo a repensar su modelo de crecimiento”, explica un estudio de Alex Wolf, economista de Standard Life Investments. “Los países emergentes, especialmente aquellos cuyos modelos de crecimiento se basan en las exportaciones, tienen que adaptarse a la débil demanda externa, los bajos precios de las materias primas y el reequilibrio de China. Como resultado, las exportaciones estuvieron muy débiles en la primera parte del año, principalmente por los bajos precios de las materias primas y un dólar más fuerte, aunque excluyendo estos dos factores, aún queda claro que es la debilidad de la demanda externa lo que más afecta”.
Los datos del World Trade Monitor muestran que los volúmenes de comercio en los países emergentes han disminuido significativamente en comparación con la primera parte del año y los datos de países individuales muestran que las exportaciones se mantuvieron débiles en el segundo trimestre. “La debilidad de la demanda interna china juega un papel. Las exportaciones coreanas disminuyeron un 6,8% en el segundo trimestre frente al 2,9% del primero, mientras que las exportaciones a Taiwán cayeron un 9,8% frente al 4,1% del primer trimestre”, explica el estudio de Wolf. "Dicho esto, las exportaciones se recuperaron ligeramente en junio, con los datos más sólidos de China, Corea, Vietnam y Brasil que sugieren un fortalecimiento de la economía estadounidense y una recuperación en Europa".
