Moody's advierte a los británicos: la economía de Su Majestad también está en riesgo. De momento, la triple A de Gran Bretaña no se toca, pero la agencia de calificación apunta que el crecimiento se debilita. En este punto, cualquier paso en falso en la política fiscal del gobierno podría conducir a una revisión de las perspectivas. En los próximos cuatro años, el Ejecutivo espera casi eliminar el déficit presupuestario, que hoy equivale al 10% del PIB. Pero últimamente el crecimiento mixto del país ha llevado a varios analistas a cuestionar la factibilidad de esta meta.
Las preocupaciones de Moody obviamente asustaron a los inversionistas, pero fue solo una influencia pasajera. Cuando saltó la noticia, el mercado de futuros cayó, pero la mayoría de las pérdidas se recuperaron pronto. Muchos operadores han tratado de restar importancia al informe de la agencia calificadora, argumentando que, después de todo, no hay nada nuevo. Solo es cuestión de tener en cuenta algunos posibles riesgos. “No dijeron nada que no supiéramos ya –subrayó Andy Chaytor, del Royal Bank of Scotland-. El mercado debe recordar que Gran Bretaña puede tener un futuro positivo por delante, pero es vital que los inversores no hagan la vista gorda ante las vulnerabilidades inherentes a este camino”.
