Moody's recorta la calificación de Italia a Baa3 desde Baa2, con perspectiva estable. La decisión estaba en el aire y está ligada a las intervenciones que pretende implementar el Gobierno en la próxima maniobra financiera: la agencia de calificación estadounidense considera de hecho los nuevos gastos que el Ejecutivo italiano pone en terreno "estructural" y "difícil de revertir" . En particular, la renta de los ciudadanos, el relanzamiento de los centros de empleo y la reforma de la ley Fornero de pensiones ("que pone en riesgo a largo plazo la sostenibilidad del sistema de seguridad social") han sido objeto de críticas. Estas tres medidas por sí solas costarán el 0,8 por ciento del PIB para cada uno de los próximos tres años. Mientras que otro 0,7 del PIB será "comido" por la falta de subida del IVA. Finalmente, aumentar la inversión pública pesará entre 0,2 y 0,3 por ciento.
El veredicto es, por tanto, claro y severo, y sitúa la sentencia sobre la deuda del país a un escalón del temido nivel de "basura", lo que sumiría a Italia en una crisis de credibilidad sin precedentes en los mercados. Moody's también señala en la nota que los planes del gobierno no representan una 'agenda de reforma coherente' que puede impulsar “el desempeño mediocre del crecimiento de manera sostenida”. De hecho, “el crecimiento seguirá siendo débil a medio plazo”. Las posibilidades de que Italia abandone el euro son actualmente "muy bajas", pero podrían aumentar según Moody's "si las tensiones entre el gobierno italiano y las autoridades europeas" sobre la maniobra y sobre los compromisos sobre restricciones presupuestarias "sufrieran una nueva escalada". Las estimaciones de crecimiento del Gobierno italiano son "optimistas": la deuda "no disminuirá concretamente en los próximos años", manteniéndose estable en torno al 130% del PIB, concluye la agencia de calificación.
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“Todo como se esperaba”. Este es el comentario, según algunas fuentes de Palazzo Chigi que informaron a ANSA, del ejecutivo sobre la decisión de la agencia de calificación Moody's, que se produce después de una semana difícil, con el diferencial ahora constantemente por encima de los 300 puntos básicos y la Bolsa de Valores ha perdió más terreno. Dentro de unos días, la mayoría deberá responder a la carta de la UE, que criticó duramente el contenido de la maniobra y el decreto fiscal, anticipándose efectivamente a la opinión negativa de Moody's.
