Durante una reunión con miembros del Istituto Affari Internazionali (IAI), el primer ministro italiano, Mario Monti, ilustró las perspectivas de la Unión Europea tras la cumbre de la semana pasada en Bruselas. El primer ministro se centró especialmente en los avances hacia la unión bancaria, subrayando que las reglas presupuestarias no son suficientes: "Hacen falta reformas estructurales: el buen funcionamiento de la unión económica y bancaria requiere acciones para el crecimiento y el empleo".
A su llegada, Monti fue recibido por el presidente del IAI, Stefano Silvestri, por el presidente del comité de garantes, Cesare Merlini, y por el director Ettore Greco. Estuvo presente una audiencia de miembros del Instituto, embajadores y periodistas.
En el debate que siguió a la introducción de Silvestri, Monti abordó los problemas relacionados con la frialdad de la opinión pública alemana hacia la integración. El primer ministro subrayó entonces "la armonía de Italia con Alemania en la transferencia de soberanía, con Francia en los instrumentos de crecimiento y con Gran Bretaña en el mercado único". En materia de seguridad y defensa, reiteró que “el imperativo de la disciplina presupuestaria aumenta la necesidad de integración”.
En cuanto a las relaciones transatlánticas y las relaciones con el presidente estadounidense Barack Obama, Monti señaló que desde su investidura en noviembre de 2011, “la atención de Estados Unidos hacia Italia ha llegado al máximo desde la Guerra Fría”.
Y, respecto a la ausencia casi total de Europa entre los temas abordados por los candidatos a las elecciones presidenciales durante los debates televisados, precisó: “No hay falta de atención hacia la Unión. Hay, más bien, una atención selectiva, que tiende a orientarse hacia los problemas. Incluso el candidato republicano Mitt Romney, en una llamada telefónica que data de agosto pasado, mostró interés en los temas europeos".
