La conmovedora Uruguay de Tabárez no lo logró: el corazón no le alcanza a la selección charrúa, huérfana del Matador Cavani, y el partido contra Francia no depara sorpresas en ese sentido. Ganó el mejor equipo, con los mejores jugadores. Dos a cero el marcador, con goles de Varane y Griezmann sobre un pato clamoroso del ex portero de la Lazio Muslera. Pero la sensación es que de todos modos no hubiera habido nada que hacer: Uruguay prácticamente nunca remata a puerta en los 90 minutos. La ausencia del delantero del PSG pesa demasiado, Suárez solo no puede garantizar goles ni presionar, por lo que la defensa, hasta ahora casi perfecta en este Mundial, también cede. De hecho, Celeste hasta ahora había encajado solo un gol en 4 partidos, como Brasil. Y los había ganado todos, como Bélgica (que esta noche desafía a Brasil a alcanzar a los franceses en semifinales). Sin embargo, nada que hacer en este primer cuarto de final: dos goles encajados y una derrota justa.
Así la solidísima Francia de Deschamps pasa a semifinales: hoy Mbappé se quedó seco, pero todo el equipo convenció primero moliendo el partido y luego controlando con autoridad la ventaja adquirida. Las dos últimas veces que Francia llegó a las semifinales de una Copa del Mundo, siempre llegó a la final: en 2006 perdió ante Italia, en 1998 ganó el título al vencer 3-0 al Brasil de Ronaldo.
