Roma-Milan, ahora es realmente "abrigo". Tras el éxito de la Expo, símbolo del renacimiento milanés frente a la decadencia de la capital, todo certificado con duras palabras por el presidente de la autoridad nacional anticorrupción, Raffaele Cantone, parecía que al menos en un terreno Roma aún podía opinar: que de fútbol
Pero no: en el fin de semana del doble cruce Roma-Milán, los dos equipos de la capital lombarda ganan con creces. Primero el Inter, que paró a los muy calientes amarillos y rojos y recuperó la cima de la clasificación, y luego sobre todo el resucitado Milán, por el que pocos habrían apostado en la víspera y que en cambio es capaz de conquistar el Olímpico, donde hasta anoche La Lazio había ganado todos los partidos disputados en Liga.
Y así, tras un verano dedicado a aclamar las faraónicas campañas de compra de los milaneses, al que siguió sin embargo un inicio de temporada claramente a favor de los dos romanos en cuanto a resultados, el fin de semana en el que finaliza la aventura Expo marca simbólicamente el adelantamiento. El Milan está ahí y también vuelve vivo en el fútbol, donde en los últimos años ha dado paso de forma inversamente proporcional al salto de calidad de la ciudad, que se inicia mucho antes y va mucho más allá de la Expo con el trabajo a veces revolucionario de la junta de Pisapia.
La Roma, en cambio, tiene que reconstruirse, partir de los escombros, pero está lejos de estar muerta: los anticuerpos de los que hablaba Cantone están ahí, al menos en el fútbol. A pesar de la derrota en San Siro Roma sigue siendo, de hecho, una de las favoritas para el Scudetto ya diferencia de los equipos milaneses, representa a Italia en la Champions League, la competición futbolística europea más importante.