La subasta del departamento de Libros, Manuscritos y Grabados, en el calendario – El Puente de la casa de subastas – el próximo 23 de mayo, viene cargado de lotes dignos de mención.
Entre los avances destacamos una colección de aprox. 150 libros de artista que abarca un lapso de tiempo desde las vanguardias artísticas del siglo XX hasta el siglo XXI. Fascinantes y muy coloridas, su valor se ve incrementado por los autógrafos de célebres intelectuales de la época y por las buenas condiciones de conservación. Entre los ejemplos de la época futurista, hay varios libros con la dedicatoria de Filippo Tommaso Marinetti y una curiosa edición de los años 900 del Manifiesto de la cocina futurista (70-100,00 €), impreso en papel plateado y letras en rojo metalizado.
También forma parte de la colección una segunda copia del mismo tema que lleva la firma de los tres intelectuales.
También se subastarán dos ejemplares del Segundo Manifiesto Surrealista (2.000,00-3.000,00 €), uno de ellos dedicado al artista Man Ray, y una rara copia del discurso de Bréton a los estudiantes franceses de la Universidad de Yale en 1942, publicado sin su permiso en ese año: la copia oficial, de hecho, llegó dos años después, en 1945.
También se subastará Il Reale Assoluto (4.000,00-6.000,00 €) de Man Ray y Marcel Duchamp, con dos litografías originales firmadas por Man Ray utilizadas posteriormente para su reproducción en la edición del libro.
También de la época surrealista, un volumen de Bréton con portada diseñada por Marcel Duchamp y firmada por el artista y varios volúmenes de surrealistas orientales como Toyen, Styrski y Nezval.
Continúa con una serie de libros de la época cubista, entre ellos un volumen de Blaise Cendrars (300,00-500,00 €), que esconde una particular curiosidad: en la portada hay dos fotos de pasaporte tomadas con uno de los primeros Photomaton en el Boulevard des Italianos en París.
Entre los volúmenes más recientes, destacan el inspirado en la exposición de Adami, Del Pezzo, Tadini, Schifano de 1965 (100,00-200,00 €), con los puzzles de sus obras, e Il primo giorno di Primavera de Del Pezzo que personalmente cuidó la tapa original y las cuatro placas insertadas.
Un núcleo repleto de ejemplares únicos que atrae la mirada por su belleza estética y captura el alma por la riqueza intelectual que encierra cada pieza.
