Habrá al menos mil y compartirlos costará, como los coches, entre 25 y 30 céntimos el minuto. Después de los automóviles y las bicicletas, Milán se confirma como pionera de la movilidad compartida y será la primera ciudad italiana en lanzar también el servicio para scooters: estará listo el 1 de marzo, fecha fijada para la inauguración de la Expo. La licitación se lanzará dentro de unas semanas y tendrá una duración de al menos 6 meses.
"La cuota mil será fundamental para garantizar un servicio real - explica el concejal de Movilidad del Municipio de Milán, Pierfrancesco Maran - la colaboración con los operadores privados se enmarcará en la más completa transparencia de los procedimientos, como ya ha sucedido con el automóvil intercambio". Auto compartido que actualmente cuenta con más de 120 mil usuarios registrados, a los que hay que sumar los 10 mil retiros por día de bike sharing.
Los parámetros de la convocatoria son estos: cada gestor deberá poner al menos 100 scooters en la vía, pero el Municipio espera que sean al menos 3-400. Palazzo Marino ya ha recibido expresiones de interés de una docena de operadores privados. Mientras que París y Barcelona, las capitales europeas ya involucradas en este servicio, tienen un solo gerente, en Milán, según la premisa, habría al menos dos o tres. Lo más probable es que sean Piaggio y Yamaha (con scooters de tres ruedas) y Motit, la empresa que ya trabaja en Barcelona con vehículos eléctricos. En este escenario, por tanto, debería haber más de mil scooters y Milán se convertiría así en la primera ciudad de Europa para compartir motos, después de que San Francisco fuera la pionera mundial del nuevo fenómeno en 2012.
La primera reunión de debate público sobre el uso compartido de motos fue ayer en el marco de Citytech, una conferencia en el Castello Sforzesco, que también contó con la intervención del alcalde Giuliano Pisapia. El alcalde de Milán hizo balance del proyecto, que pretende ofrecer cada vez más vehículos compartidos, servicios ágiles, para un abandono progresivo de los vehículos propios: "Pudimos dialogar con la ciudad para explicar las opciones que queríamos hacer - comentó Pisapia durante la reunión - comprometiéndonos de manera coherente con los objetivos que teníamos lugares. Y hoy los hechos nos están dando la razón, desde la disminución del tráfico de vehículos privados, hasta la introducción del car sharing que ha tenido un auténtico auge, desde el importante aumento del bike sharing, hasta el crecimiento de la demanda y la oferta del transporte público”
"La mejora de la calidad de vida - concluyó Pisapia - para todos los ciudadanos es el objetivo clave de estas políticas experimentales e innovadoras y juntos podremos ofrecer a los milaneses y al país nuevas perspectivas, nuevas ideas, nuevas oportunidades para crear y difundir cada vez más inteligente, ecológica, eficiente, sostenible, realmente a escala humana”.