Otro Domingo Negro más en Milán. Que ahora cuenta atrás para el final de la temporada, esperando revolucionarlo todo para la próxima. Llora el Milán, derribado por el Napoli de Benítez con un claro 3-0, seguro que el Inter no se ríe, parado en el San Siro por el Chievo y cada vez más lejos de la Europa League. Pero si los nerazzurri, con la clasificación en la mano, conservan alguna esperanza de terminar la temporada con dignidad, los rossoneri ahora están desorganizados.
Los pocos que creían en una reacción orgullosa (si es que la hubo) tuvieron que cambiar de idea a los 40”: falta de De Sciglio sobre Hamsik, penalti para el Napoli y expulsión del lateral, la más rápida de todo el campeonato. Higuaín entró en el punto pero Diego López lo hipnotizó, demostrando una vez más ser un portero de mucha mayor profundidad. En definitiva, sin derrumbe, al menos durante una buena hora. El Milan se puso en total protección de su propia portería, limitando casi por completo las salidas ofensivas. En el primer tiro se arriesgó incluso a adelantarse pero el cabezazo de Bonaventura, con Andujar derrotado, se paró en el poste.
Hubiera sido demasiado porque Napoli, aunque lejos de tener las mejores veladas, creó mucho, mucho. Sin embargo, el gol decisivo sólo llegó en el minuto 70: protagonista, como en el caso del penalti, Marek Hamsik, que esta vez lo hizo "solo" con un diestro imparable. Fue la ráfaga de viento decisiva, porque en 6 minutos el castillo Rossoneri se derrumbó por completo. Primero Higuaín (74'), luego Gabbiadini (76') redondearon el resultado, acercando al Napoli a 4 puntos de la Lazio y hundiendo, por enésima vez, al Milan de Inzaghi.
“Lamento la expulsión a los 40 segundos, condicionó totalmente el partido”, analiza el técnico del AC Milan. – No puedo culpar a los muchachos de nada, lucharon, sufrieron e incluso estuvieron cerca de tomar la delantera. Estaba claro que una vez encajado el primer gol, el partido se acabaría. Pido al equipo que acabe dignamente la temporada, aprovecharé para probar algunos jóvenes del sector juvenil”. Tendrá cuatro partidos para hacerlo porque el club, a través de Galliani, ha hecho saber que Pippo acabará la temporada, sean cuales sean los próximos resultados. Cuestión de lógica (cambiar ahora sería inútil) pero también, si no sobre todo, de proyectos.
En Milán, de hecho, todo el mundo está centrado en los asuntos corporativos, que ayer enriqueció con un nuevo capítulo. Mientras Bee Taechaubol regresaba a Bangkok, Silvio Berlusconi recibió en Arcore al consorcio chino de Richard Lee (en representación de este último, ausente, estaban sus socios). “No hay una negociación en curso con ellos”, negó el mandatario en una nota a Ansa, pero queda la duda de que está jugando en varias mesas, y cómo si se mantiene.
El Inter de Mancini no tiene estos problemas, pero ciertamente él también tiene poco de qué reírse. Su equipo no pasó del empate 0-0 ante el Chievo, no logrando así unir a los genoveses y alejándose aún más de la Fiorentina. Incolora actuación la de los nerazzurri, un claro paso atrás respecto a las victorias sobre Roma y Udinese. “Lo siento, podríamos haber tomado el sexto lugar pero tenemos demasiadas dificultades para marcar goles – explicó Mancini. – No estoy enojado, lo intentamos por todos los medios pero si no marcas tirando 24 veces es que tienes un problema”.
El técnico de Jesi, en esta ocasión, ha optado por utilizar la zanahoria en lugar del palo, en un intento de mantener vivo el final de temporada. Sin embargo, es poco probable que estuviera realmente satisfecho con el partido de su equipo: mucha posesión de balón pero acciones confusas y poco punzantes. Aparte del poste de Vidic (19'), el Inter nunca se preocupó mucho por Bizzarri y, en general, fue Chievo quien construyó los mejores goles. Sobre todo los de Paloschi, detenido en dos ocasiones por Handanovic, y Biraghi, cuyo disparo pegó en el larguero.
Europa todavía es posible (la Sampdoria está a sólo 2 puntos) pero el Génova está en el medio, al igual que el Turín que aún tiene que jugar. Lo que más preocupa es el calendario: Lazio, Juventus, Génova y Empoli, aquí están las últimas 4 jornadas que le esperan al Inter. Urge un cambio de ritmo, y decidido también. De lo contrario, el fútbol de Milán se quedará fuera de las copas, tocando así el punto más bajo desde 1955.