Gran Bretaña está dispuesta a financiar la construcción de un muro a lo largo de la carretera que llega al puerto francés de Calais. El objetivo es evitar que los inmigrantes intenten abordar camiones con destino a Inglaterra. La BBC lo anunció el miércoles, citando como fuente al subsecretario de Inmigración, Robert Goodwill. La construcción de la obra, según la televisión británica, debería comenzar "muy pronto".
"La gran muralla de Calais", como ya la han bautizado los medios, tendrá cuatro metros de altura y se extenderá durante un kilómetro a ambos lados de la carretera arterial cercana al campamento Jungle, donde viven miles de migrantes. “El muro evitará los intentos de interrumpir los vehículos motorizados que se preparan para cruzar el Canal”, dice Goodwill.
Se estima que el proyecto costará 1,9 millones de libras esterlinas y forma parte de un paquete de 17 millones de libras esterlinas del gobierno británico para controlar mejor las fronteras gestionadas conjuntamente con las autoridades francesas.
Calais, una frontera británica en suelo francés, ha estado en caos durante mucho tiempo. Al margen de las protestas por las condiciones del campo de refugiados, visitado la semana pasada por una delegación británica que lo calificó como "una vergüenza para la especie humana", un informe de la Cámara de los Comunes indica que en julio se descubrió un inmigrante cada seis minutos mientras tratando de subir a un camión.
Sin embargo, según Kate Gibbs, directora de Road Haulage Association, el grupo de presión de los transportistas, el muro es un "desperdicio escandaloso de dinero público", que solo moverá el problema un poco más al sur, pero no cambiará nada en lo sustancial: "Ese dinero se gastaría mejor invirtiéndolo en reforzar la seguridad en las carreteras que conducen a Calais. Ya la llaman la 'Gran Muralla de Calais' pero ¿de qué servirá? Será un minúsculo obstáculo cerca del puerto, pero los inmigrantes ilegales podrán seguir escondiéndose en los camiones un poco antes del muro”.
