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Migrantes, cumbre de alto voltaje: Italia cada vez más aislada

La cumbre de hoy en Bruselas sobre los inmigrantes corre el riesgo de terminar con una ruptura sensacional o sin hacer nada - Italia se encuentra en la mira de Francia pero también de España y Malta y ciertamente no puede esperar del grupo de Visegrad - Solo Merkel nos echa una mano pero está asediada por los bávaros

Migrantes, cumbre de alto voltaje: Italia cada vez más aislada

La cumbre de hoy en Bruselas sobre los inmigrantes se abre en un clima de gran pesimismo tras el acalorado intercambio de acusaciones de ayer entre Italia y Francia, apoyada por España bajo el nuevo gobierno socialista de Pedro Sánchez. No se menciona la revisión del Tratado de Dublín que obliga a los países de primera llegada a acoger a los inmigrantes. Y ya sería un éxito si las profundas divisiones entre los distintos países no estropearan realmente a Europa, sobre la que cada día se cierne más la ola nacionalista y soberanista.

Incluso ayer, el presidente francés, Emmanuel Macron, fue muy duro contra la Italia soberana y una vez más se cruzó con los viceprimer ministros Salvini y Di Maio. "Italia -argumentó Macron- no está experimentando una crisis migratoria y se deben prever sanciones financieras contra los países que no quieran acoger a los inmigrantes". La respuesta del viceprimer ministro italiano y ministro del Interior, Matteo Salvini, no se hizo esperar: “Arrogante Macron. Abre tus puertos". El otro viceprimer ministro, Luigi Di Maio, se hizo eco de él: "Macron no está en contacto con la realidad, Italia no retrocederá"

El nuevo presidente español, Pedro Sánchez, apoyó en cambio a Macron, con el que acababa de verse, aunque desplazó el foco a Bruselas: "Italia es egoísta por la Unión Europea" y su inconclusividad.

Llegados a este punto, la última esperanza de Italia está en la canciller alemana, Angela Merkel, quien en los últimos días -ante la imposibilidad de un acuerdo europeo en el que todo el mundo esté de acuerdo sobre los migrantes- había propuesto intentar acuerdos bilaterales o trilaterales. Sin embargo, la visión de futuro y el pragmatismo de la Canciller tienen que lidiar con la intransigencia de su Ministro del Interior, el bávaro Seehofer, que amenaza con aplicar la línea dura de las devoluciones de migrantes en los países donde desembarcaron inicialmente, es decir, en primer lugar Italia.

El silencio del primer ministro Giuseppe Conte sugiere que, más allá de las polémicas con Francia y más allá, el gobierno italiano aún espera llevarse a casa una asignación sustancial (hablamos de 500 millones de euros) para todas las intervenciones necesarias en África para detener la ola de inmigrantes y luz verde para la Guardia Costera Europea con un suministro de al menos 10 hombres. En los últimos días, Merkel había dejado claro que Alemania, aunque asediada por los soberanos, podía meterse en este terreno pero luego estalló el forcejeo y todo volvió a alta mar.

Hoy veremos pero nadie apuesta por un acuerdo en Bruselas.

 

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