Barack Obama reconoce la derrota en el medio término y tiende la mano a sus oponentes republicanos, ganadores tanto en la Cámara como en el Senado. El presidente estadounidense, en la primera rueda de prensa tras la derrota electoral, aclaró el clima en el que vamos a avanzar: "Quiero trabajar con el nuevo Congreso". Obama incluso dijo que estaba "ansioso por colaborar con los republicanos" y que será "agresivo" para tratar de dejar un legado concreto en la parte final de su mandato.
“Los estadounidenses han enviado un mensaje claro: trabajen duro y concéntrense en sus aspiraciones, no en las nuestras. Y planeo pasar cada momento de los próximos 2 años haciendo mi trabajo lo mejor que pueda”. El presidente subrayó que "si hay ideas que tienen los republicanos para mejorar las cosas para los estadounidenses, las seguiré, aunque se opongan a las demócratas".
Entre los temas candentes a resolver en las próximas semanas está sin duda la revisión del Obamacare, esa reforma del sistema sanitario que no gusta a los republicanos y que, por tanto, el presidente se verá obligado a modificar. Luego la intervención en Siria contra Isis y la ley de inmigración: en la primera cuestión las dos fuerzas políticas deberían ir de la mano, en la segunda se prevé un enfrentamiento bastante complicado.
