Microsoft superó las expectativas de Wall Street al cerrar el segundo trimestre con un beneficio neto de 3,1 millones de dólares. Cifra idéntica a la roja registrada en el mismo periodo de 2015 por los saneamientos de 7 millones de dólares ligados a la compra de la división de telefonía móvil de Nokia. El desempeño está impulsado por el cambio estratégico hacia la nube realizado por el CEO Satya Nadella: el negocio de Azur tampoco canibaliza el negocio tradicional de venta de licencias de software.
Los ingresos caen a 20,6 millones de dólares desde los 22,2 millones de dólares del segundo trimestre de 2015, debido al desplome de las ventas de smartphones (-71%) y la menor facturación del sector de los videojuegos (-9%), especialmente de Xbox.
El resultado del gigante de Redmond estuvo impulsado más allá de las expectativas por la continua expansión del sector cloud que, según Nadella, “está ganando una importante difusión entre los clientes”. “Estamos bien posicionados para aprovechar nuevas oportunidades en el próximo año”, concluyó el CEO. “El año pasado fue fundamental tanto en nuestra propia transformación como en el apoyo a nuestros clientes a medida que ellos mismos atraviesan transformaciones digitales”.
