Ha costado esperar, pero al final ha llegado: la primera gran ola de calor africana de este verano está a punto de golpear a Italia, especialmente al Centro-Sur, que explota recién ahora tras una primavera fresca y lluviosa, aunque ayer el mal tiempo se desató en el norte con lluvias, tormentas eléctricas y la inundación del lago de Como en la zona de Lecco. Las temperaturas, ya altas estos días pero aún en la media, subirán gradualmente hasta alcanzar su punto máximo el viernes, con picos que en algunas zonas rozarán los 40 grados. Una de las ciudades más calurosas será la capital Roma, donde la columna de mercurio alcanzará una máxima de 38 grados, con la mínima ya por encima de los 20 grados, con una humedad altísima sobre todo por la noche.
Será un poco mejor en Milán., donde la temperatura seguirá siendo la de estos días, en torno o ligeramente por encima de los 30 grados. En el norte, el tiempo seguía inestable hasta el miércoles: el pleno sol, con un relativo ascenso de la temperatura, llega sólo entre el jueves y el viernes. En efecto, las intensas precipitaciones caídas en Lombardía provocaron inundaciones en la zona de Lecco, con casas y negocios evacuados tras la tormenta en la noche entre martes y miércoles. Los daños materiales fueron particularmente extensos, aunque hasta la tarde del miércoles no se reportaron víctimas ni heridos.
En general, el viernes casi toda Italia superará los 30 grados, especialmente en el Sur donde la media en las grandes ciudades será de 33-34 grados como valor máximo. Durante el fin de semana, sin embargo, llega de inmediato una mini tregua., en el sentido de que el anticiclón persistirá de forma pacífica en toda la península (salvo algunos chubascos en el norte, en los Alpes), pero con un ligero descenso de las temperaturas, que volverán a valores más normales, en torno o poco por encima de los 30 grados en los días sábado y domingo. El comienzo de la próxima semana se caracterizará por el sol y el calor: el verano ha comenzado.
