Cuando se introducen en el debate las categorías relativas a la innovación y la conservación, para verificar la idoneidad de las denominaciones, sólo hay un faro, los hechos y el fondo de la controversia. El contrato nacional de los metalúrgicos, que involucra a más de 2 millones de trabajadores, está entre los más importantes de nuestro país, pero también entre los más difíciles, por la crítica situación que atraviesa la industria pero también por la histórica resistencia de Federmeccanica, la Confindustria de del sector, para competir con relaciones sindicales avanzadas.
No sólo eso, dadas las dificultades contextuales y la extrema heterogeneidad de nuestro sector en cuanto a rendimiento económico y tamaño de las empresas, nuestro Contrato recoge toda la necesidad de un cambio en las relaciones laborales sobre una base innovadora. Demasiados piensan que es suficiente hacer un acuerdo, sea el que sea. En realidad, si no hacemos algo nuevo, facilitaremos el declive de las relaciones laborales.
El sindicato comienza a lidiar con los problemas de representación. Las patronales reaccionan como un "boxeador jugado" ante la salida de sus filas sin pensar que, incluso en ese frente, se necesita un cambio radical. La representación y el sistema de relaciones laborales ya no son "reparables" y deben regenerarse sobre nuevas bases.
Antes de la presentación de la plataforma, en julio de 2015, éramos conscientes de que sería una renovación compleja, por el contexto de deflación, la crisis industrial, la ausencia de reglas en el sistema contractual, el tejido productivo constituido mayoritariamente por pequeñas empresas , y estos meses de rondas de negociación confirmaron todas las dificultades.
VERDADERA INNOVACIÓN
Todo el mundo habla de innovación, pero pocos la eligen con la valentía necesaria y con las prioridades adecuadas. El camino trazado por la FIM-CISL con las renovaciones de 2009 y 2012 debe profundizarse, centrándose en nuevos derechos, para responder a las necesidades de las personas y anticiparse a los cambios, y experimentando con una nueva estructura contractual en la realidad de la categoría. Tenemos muy claro que la estructura contractual inherente a las recientes renovaciones de metalúrgicos también necesita ser repensada profundamente.
Esto significa redescubrir la centralidad de la persona, junto con la protección esencial de la salud y el bienestar, y la necesidad de su valorización y realización en el trabajo, con la plena asunción de la dimensión humana en la realidad del trabajo. Motivos que otros dejan a las conferencias y que deben ser comprobables en condiciones de trabajo.
En el plano contractual, como FIM-CISL hemos operado con fuerza y convicción en los últimos años, muchas veces en soledad, por el relanzamiento de la formación profesional como derecho subjetivo del trabajador, por la consolidación del aprendizaje y la alternancia escuela-trabajo, por la creación de un nuevo marco profesional capaz de reconocer competencias y funciones, para el fortalecimiento del bienestar, en particular de la asistencia sanitaria complementaria, para mejorar el nivel de protección, y de las pensiones complementarias, para dar seguridad sobre todo a los jóvenes, para nuevas formas de jornada, también con métodos ágiles de trabajo, para la conciliación de la vida y el trabajo, para hacer efectiva la implicación de los trabajadores en la organización del trabajo y la participación en las decisiones de la empresa.
Todas novedades importantes y decisivas que miran hacia el futuro del trabajo y de la negociación colectiva, y sin duda hay que apreciar que en la propuesta de Federmeccanica hay, finalmente, aperturas sobre estas reivindicaciones históricas de la FIM-CISL y del movimiento sindical.
ESTRUCTURA SALARIAL Y CONTRACTUAL
En lo salarial, los puestos aún son muy lejanos. Federmeccanica ha pasado de una oferta inicial de 2,67 euros de incremento a tres años, a una disposición a descontar la diferencia entre los incrementos adquiridos con el Contrato de 2012 suscrito por FIM-CISL y UILM-UIL respecto a la inflación real, hasta el Propuesta de salario de garantía presentada el 22 de diciembre pasado. Una propuesta, que se ha mantenido casi invariable en estos largos ocho meses, todo menos innovadora, que propone recetas de inverosímil eficacia y sostenibilidad. Pero el problema no es baladí de cantidad, nosotros, que nunca engañamos a los trabajadores, dijimos en las asambleas que el foco de la renovación no estará sólo en el capítulo salarial.
Federmeccanica prevé ajustar los mínimos contractuales para solo el 5% de los trabajadores, a través del mecanismo del llamado salario de garantía, que efectivamente excluye de los aumentos a todos los trabajadores que tienen supermínimos individuales y contratos de empresa. Un mecanismo que no sólo es injusto, sino que pesa más sobre las pequeñas empresas y las más en dificultades, dejando en libertad a todas las demás para aportar unilateralmente supermínimos individuales, sin conexión alguna con criterios transparentes de profesionalidad y meritocracia.
Detrás del salario garantizado se esconde un viejo objetivo de las empresas, el de alternar y superar los dos niveles contractuales. Un solapamiento erróneo, que supondría la pérdida de finalidad y especialización de los dos niveles de negociación, con el doble resultado negativo de hacer residual la representación colectiva e impedir el pleno despliegue del compromiso de mejora de los procesos productivos y de las realidades empresariales.
Variación de los niveles que existe en otros países, como Alemania, donde junto al desplome de la cobertura del porcentaje de trabajadores (en 10 años del 80% al 30% de trabajadores cubiertos por la negociación Lander) en 2015 el salario mínimo legal , alternativa a la negociación. En este sentido, Alemania no es un ejemplo a imitar.
En la propuesta de Federmeccanica, se desmantela el Contrato Nacional sin ningún impulso hacia la descentralización contractual. El único empujón es precisamente hacia la falsa meritocracia que es el salario ad personam, sin ningún criterio y sin ninguna transparencia. Como en el siglo XIX.
Hoy se perfilaría el visto bueno para una desregulación contractual sustancial, primero en términos salariales y luego inevitablemente en términos legislativos, con el resultado de acentuar la tendencia de las empresas a salir del sistema y cuestionar el papel de la representación y de los colectivos. negociación de los interlocutores sociales y la estabilidad del propio sistema de relaciones laborales.
El camino que hemos seguido en FCA es virtuoso e innovador, desde entonces, lamentablemente, muchos han empujado a la alta dirección de Federmeccanica a entrar en un contrato de "maletas en mano", precisamente para salir fácilmente de Federmeccanica y del sistema contractual, pensando que las empresas podrán obtener por la proliferación de salarios mínimos. Balcanización legal útil solo para litigios e inestabilidad regulatoria. Giva es muy consciente de que el mantenimiento del contrato nacional (erga omnes), también de la parte normativa, también de los trabajadores de empresas no asociadas se basa en salarios mínimos iguales. Las empresas al día siguiente dirán, pero si no estoy obligado por salarios mínimos, ¿por qué tengo que estar obligado por la legislación?
Estoy de acuerdo, sin embargo, en que tenemos que ser más atrevidos, pero atrevimiento no significa cerrarnos en tabúes u obsesionarnos con tótems. El Contrato Nacional restituido a una función de garantía, ya que pedimos que la defensa contra la inflación (muy baja de todos modos) no se apodere de ningún recurso de la Negociación descentralizada. La verdadera innovación es superar el “pero también” que nos impone la circularidad entre el sindicalismo ideológico y la vieja cultura empresarial desde los años 90.
Es dentro de un nuevo Acuerdo Nacional que se puede construir el impulso para difundir la negociación corporativa y territorial. Es necesario definir claramente los roles y la no superposición de los dos niveles en cuanto a los sujetos y la naturaleza del salario de cada nivel.
Somos conscientes de que, sin perjuicio del objetivo de protección integral del poder adquisitivo, a través del aumento de los salarios mínimos para todos los trabajadores, es necesario potenciar aún más toda la gama de herramientas para salvaguardar la renta disponible, como la asistencia social, y centrarnos decididamente al aumento de los salarios reales a través de la negociación y redistribución descentralizada de la riqueza que se produce.
SALARIO Y PRODUCTIVIDAD
Como FIM-CISL apoyamos desde hace mucho tiempo y con convicción la necesidad de vincular la negociación a los desafíos de la productividad y la calidad, para intervenir sobre los factores críticos, para mejorar la calidad y la innovación, y así construir las condiciones de perspectiva y sustentabilidad de nuestro sistema industrial.
Todos estamos a favor de liberar y desplegar la negociación en el lugar de trabajo en este sentido, pero lo que sostiene Federmeccanica, que además reconfirma la rigidez y dificultad también en el establecimiento de la negociación territorial para los trabajadores de las pequeñas empresas, se contradice e impide que este proceso se lleve a cabo. lugar
NUEVAS RELACIONES INDUSTRIALES
El sistema necesita renovarse sobre bases sólidas y esto es fundamental para soportar una nueva etapa de fortalecimiento, relanzamiento e innovación de nuestro sistema productivo.
El desafío es para todos, incluida la Federmeccanica. Hay que relanzar la participación y el involucramiento de los trabajadores, con una apuesta real por la calidad de las relaciones sindicales, por un terreno de encuentro más avanzado y virtuoso entre la empresa y el trabajo organizado. No hay innovación si el Contrato no se hace rápido y bien.
Continuaremos, pues, con determinación la batalla contractual, que consideramos vital para las perspectivas de nuestro sistema, porque somos el sindicato que no se rinde y pretende contribuir a construir la esperanza y el futuro de los trabajadores, las relaciones laborales y el sindicato. movimiento de nuestro Pueblo. En el campo de la innovación nacimos preparados, pero siempre opondremos la responsabilidad de la participación a la discrecionalidad sin reglas.
En FCA se han dado muchos pasos en esta dirección pero ahora es el momento de dar un salto de calidad. Se llama participación y requiere nuevas culturas empresariales y sindicales y un terreno más elevado de encuentro entre ambas.
Federmeccanica es muy consciente de que todos, en casa, deben silenciar a quienes siempre han apostado por las derrotas comunes centrándose en la intransigencia.
Es el momento del discernimiento y de la responsabilidad, de unos retos a afrontar todos juntos.
Marco Bentivogli es secretario general de la FIM-CISL.