El 2023 para i trabajadores del metal abre con una baja de más de 10 trabajadores involucrados en diversas capacidades en crisis empresariales, derivadas de cuestiones financieras, sectoriales o afines, materias primas y la guerra en Ucrania. Según los cálculos de la Cisl fim en un reporte sobre el estado de crisis en el sector de la ingeniería, a finales de la segunda mitad de 2022 había de hecho 60.727 monos azules frente a 70.867 en junio de 2022.
Según el secretario general de la CISL, Roberto Benaglia, estos números nos dicen que la crisis del sector de la ingeniería no va en aumento, pero hay que prestar más atención a las crisis históricas, el Sur, la reindustrialización y la automoción. “Tener en riesgo 60 puestos de trabajo en uno de los países más industrializados es un tema social urgente que no podemos pasar por alto y que debe ser abordado –dice Benaglia–. En los últimos meses, el sistema industrial metalmecánico ha demostrado una mejor estabilidad productiva y laboral que los temores y criticidades presentes sobre todo determinadas por los costos energéticos”.
Sin embargo, hay algunos dificultades estructurales que para Benaglia hay que abordar. “El aumento del número de crisis empresariales ahora crónicas que no se pueden resolver, el aumento de los casos de crisis en el sur del país donde existe el riesgo de desierto industrial y laboral, los demasiados casos de reindustrialización fallida a pesar de los compromisos asumidos para el MISE (MIMIT) y el aumento de las dificultades en el sector de la automoción, ante los efectos de la transición ecológica que el sindicato de metalúrgicos viene denunciando desde hace tiempo con propuestas concretas”.
Las dificultades de la metalurgia.
Si es cierto que hay una caída de trabajadores, observa Cisl, lo que se observa en la segunda mitad del año es la consolidación de la morosidad en algunos sectores, en particular en automóviles y electrodomésticos, a los que hay que agregó algunas cadenas de suministro particulares, como las de contratos e instalaciones que están en crisis, a menudo vinculadas a licitaciones al precio más bajo incluso por parte de organismos públicos que las colocan fuera del mercado. Los grandes puntos críticos se deben a la escasez de materias primas provocada por la pandemia (a partir de semiconductores y componentes de automoción y electrodomésticos, entre otros) y al elevado precio de la energía, que pone en dificultades especialmente a los sectores más intensivos en energía, como el acero y la metalurgia. A esto se suman las incertidumbres y costos asociados a las transiciones verde y digital que se están sintiendo en las industrias siderúrgica y automotriz, mientras que el reposicionamiento de las cadenas de valor a nivel global está impactando sobre todo en los electrodomésticos. Todos estos factores juntos están haciendo peligrar la recuperación y poniendo en crisis a muchas pequeñas y medianas empresas vinculadas a industrias afines.
Componentes de automóviles y 50 trabajadores en riesgo
El informe analizó 206 crisis sectoriales, la mayoría de las cuales están vinculadas a los componentes del sector de la automoción, donde la parada de los motores de combustión interna para 2035 está creando muchas dificultades. Si sumamos las crisis componentes a las derivadas de la escasez de materias primas, todavía en gran medida relacionadas con los automóviles y los electrodomésticos, los trabajadores implicados son 49.194.
Foco en Electrolux y Whirlpool
El declive del mercado y la escasez de semiconductores, componentes electrónicos y materias primas están teniendo repercusiones en el sector de los electrodomésticos. En particular, Electrolux e Whirlpool han anunciado recortes y reestructuraciones en todos sus sitios en Italia. En particular, Whirlpool anunció la "revisión estratégica de la cartera de negocios" en el área de EMEA. Hay mucha preocupación entre los sindicatos por la confirmación de las inversiones que se habían previsto para Italia.
El caso de la Acciaierie d'Italia (ex-Ilva)
El ex-Ilva Group merece hoy una consideración aparte acería italiana. La disputa histórica entre la Acciaierie d'Italia (ex-Ilva) sigue lejos de los objetivos de una recuperación de la producción y el empleo, observa la Fim Cisl. La entrada mayoritaria del Estado, a través de Invitalia, en la nueva estructura societaria se ha aplazado y el objetivo de 5.7 millones de toneladas a final de año para la planta de Tarento “queda solo en el papel, tanto que en diciembre de 2022 superó los 3 millones de toneladas”. Una situación la del Grupo Acciaierie D'Italia que sigue preocupando y sobre la que el nuevo gobierno de Meloni ha programado una mesa para el 19 de enero.
Fim Cisl: “Esfuerzo gubernamental indispensable”
Ahora, para la Cisl, es aún más imprescindible un mayor esfuerzo del gobierno, que apunte a evitar la recesión industrial a la que nos arriesgamos en 2023 al colocar en el centro de las políticas públicas el crecimiento de la economía real. También por eso el próximo encuentro es muy importante para la Fim Cisl 18 enero con el Ministro Urso y los gremios metalúrgicos, con el fin de discutir las prioridades y herramientas que deben caracterizar una política industrial ausente en nuestro país por demasiado tiempo”.