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Merkel-Putin, evidencia del deshielo: reunión en Alemania

Los expedientes calientes son los conocidos: las sanciones contra Rusia, el conflicto en Ucrania, Siria y recientemente también el papel estratégico de Austria, un país cercano a Alemania que, sin embargo, con el nuevo gobierno soberano le ha estado guiñando el ojo al Kremlin. durante algún tiempo.

Merkel-Putin, evidencia del deshielo: reunión en Alemania

La canciller Angela Merkel y el presidente ruso Vladimir Putin están tratando de continuar el camino del deshielo, incluso si las tensiones continúan. La reunión de Sochi en mayo ya había suavizado las relaciones entre Berlín y Moscú: los dos líderes se volvieron a encontrar ayer en Meseberg, Alemania, en un intento por seguir ese camino. Los expedientes calientes son los conocidos: las sanciones contra Rusia, el conflicto en Ucrania, y recientemente también el papel estratégico de Austria, un país cercano a Alemania que, sin embargo, con el nuevo gobierno soberano lleva tiempo guiñándole el ojo al Kremlin, en la línea de lo que decía Salvini está haciendo en Italia.

Putin en Meseberg también envió un mensaje claro sobre la Siria:: “Te recuerdo – dijo – que hay un millón de refugiados en Jordania y un millón en el Líbano. Hay tres millones de refugiados en Türkiye. Esto es potencialmente una gran carga para Europa, por lo que es mejor hacer lo posible para que puedan irse a casa”. Con qué garantías de seguridad, no está claro en esta etapa. Angela Merkel respondió que el interés de Alemania hoy es evitar una crisis humanitaria mientras dejaba que un vocero -entrevistado por Bloomberg- explicara que actualmente no hay condiciones para el retorno de los refugiados.

Sobre la cuestión ucraniana, la más delicada, Putin ha dado la impresión de querer cerrar las puertas a la propuesta alemana de iniciar una misión de la ONU en Ucrania porque –sin ir más allá del fragilísimo acuerdo de Minsk, firmado también por Moscú– se encuentra el camino hacia la paz. La respuesta de Putin, en las declaraciones que precedieron al encuentro, parecía querer cerrar el camino a esta hipótesis. “Desafortunadamente en Ucrania – dijo – no podemos avanzar. Esta noche subrayaremos cómo la realización de Minsk no tiene alternativas”.

Putin más bien insistió en el valor de North Stream 2, que Trump no quiere y que varios líderes europeos también critican: lo definió como un proyecto exclusivamente económico, y por tanto desprovisto -pero cuesta creerlo, cuando se habla de oleoductos- de valor geopolítico. Sin embargo, es conocida la dependencia energética de muchos países europeos, y de Alemania en particular, respecto de Rusia. En definitiva, el camino hacia el deshielo está emprendido pero aún es largo.

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