Los mercados asiáticos, creciendo por séptimo día consecutivo, celebraron las decisiones de la Fed sobre nuevas medidas expansivas. El euro (que cruzó el umbral de 1,30) ganó frente al dólar, al igual que muchas monedas auxiliares, y el oro se disparó, como corresponde a los convencidos de la tonta proposición de que las medidas cuantitativas de expansión monetaria conducirán a una inflación galopante. El petróleo también se disparó, llegando a cerca de $100/barril.
A primera hora de la tarde japonesa, el índice regional registraba un salto del 2,3%. El cierre de Wall Street ayer por la tarde, en los niveles más altos desde finales de 2007, hizo subir los precios de las empresas asiáticas que exportan a EE.UU. Pocas noticias de la economía real: en Corea del Sur tanto las importaciones como las exportaciones se aceleraron en agosto, a diferencia de lo que sucedió en China y Japón.
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