El tribunal confirmó la apelación de Fiat a Melfi. Por el momento, los trabajadores Giovanni Barozzino, Antonio Lamorte y Marco Pignatelli no podrán volver a sus puestos de trabajo en la fábrica Satai en Lingotto. Los tres habían sido suspendidos, despedidos y posteriormente reintegrados por el juez laboral, medida a la que se opuso la empresa de Turín. Esta mañana, cuando los abogados de Fiat salían de la sala del tribunal, hubo momentos de tensión por parte de algunos trabajadores, que gritaron "vergüenza" en varias ocasiones. Los abogados abandonaron el juzgado escoltados por agentes de Digos.
En estas horas los trabajadores están en conversación con sus defensores y con algunos sindicalistas. “Estamos profundamente indignados – dijo el líder de la Fiom, Maurizio Landini – también porque, inexplicablemente, algunas de las pruebas que presentamos no fueron aceptadas. En todo caso, el juez, si bien no reconoció la conducta antisindical de Fiat, dejó entender que los tres trabajadores no incurrieron en una conducta premeditada e ilegítima que justificase los despidos. Para Fiom, el juego sigue abierto”.
