"Vacunarse es una elección de responsabilidad y un deber, especialmente para quienes trabajan en contacto con los enfermos y los más frágiles. Es necesario proteger la propia salud y proteger la de los demás. Me vacunaré lo antes posible.”. Este es el llamado que lanzó el Presidente de la República, Sergio Mattarella, en el tradicional mensaje a la nación por fin de año. “La ciencia nos ofrece el arma más fuerte, prevaleciendo sobre la ignorancia y los prejuicios”, agregó el Jefe de Estado, criticando implícitamente a los negacionistas y teóricos de la conspiración.
Mattarella subrayó “la necesidad de conservar la memoria de lo que hemos vivido este año. La pandemia ha exacerbado viejas desigualdades y generado otras nuevas. Hemos perdido puestos de trabajo: las mujeres y los jóvenes han sido especialmente penalizados. Muchas empresas temen por su futuro y algunos sectores lo han sufrido más que otros”.
Al mismo tiempo, sin embargo, según el Presidente, “han surgido signos que alientan una esperanza concreta, para que no prevalezca el miedo”. En primer lugar, la UE "fue capaz de dar un salto adelante" y "no era evidente", dado que, ante la crisis de hace diez años, prevaleció el "egoísmo nacional", junto con "viejos cánones políticos y económicos" que "mostraron toda su insuficiencia". Hoy, sin embargo, "las perspectivas descansan sobre nuevos cimientos" y, según Mattarella, "Italia ha sido la protagonista de este cambio".
El Jefe de Estado lanzó entonces un llamado a las fuerzas políticas, subrayando que “la seriedad, el espíritu de colaboración y el sentido del deber son necesarios para reiniciar. Cambiemos lo que hay que cambiar, volviendo a ponernos valientemente en el juego. Cada uno hace su parte". También porque “los próximos meses son decisivos: no se permiten distracciones, no se debe perder tiempo en perseguir ilusorias ventajas partidistas”.
En cuanto a la 2021, "debe ser el año de la derrota del virus y el comienzo de la recuperación – prosiguió el Presidente de la República – La pandemia ha acentuado los límites y los atrasos de nuestro país: también ha habido errores; se podría haber hecho más y mejor, probablemente sí, como siempre. Pero lo que se ha hecho, que ha permitido mantener al país en pie, no debe ser ignorado. Hemos tenido capacidad de reacción: no estamos a merced de los acontecimientos. Ahora hay que empezar de nuevo: es la hora de los constructores”.
Finalmente, Mattarella subrayó que el que inicia será su “último año como Presidente de la República y coincidirá con el primer año del reinicio. Será un año de trabajo intenso, pero tenemos los recursos para hacerlo”.
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