La discusión sobre la maniobra de 2019 acaba de comenzar, pero ya reina el caos. En pocos días, dos cumbres de gobierno no han arrojado ninguna decisión, salvo posponer el partido a septiembre, cuando habrá que lanzar la nota de actualización de la Def. Mientras tanto, estalla un pleito entre los miembros del ejecutivo sobre el destino del IVA y la bonificación de 80 euros. La pregunta obviamente se refiere a la cobertura de la ley de Presupuesto, este año particularmente difícil de encontrar. Por dos razones.
COSTOS BÁSICOS SUPERIORES A 22 MIL MILLONES
En primer lugar, sumando el precio del freno a la subida del IVA (12,4 millones), los gastos impostergables (3,5 millones), los costes adicionales vinculados a la ralentización del PIB (2,5 millones) y el incremento de los intereses sobre la deuda producida por la subida del diferencial (4 millones), la nueva maniobra cuesta dinero desde el primer momento más de 22 mil millones de euros, ya el valor de toda una financiera.
MÁS DE 70 MIL MILLONES PARA IMPUESTOS ÚNICOS, RENTAS DE CIUDADANÍA Y PENSIONES
En segundo lugar, a esta suma hay que sumar los recursos para las medidas pico del contrato amarillo-verde. En la versión original, el impuesto de tasa única la Liga Norte costó poco menos de 50 millones, mientras que para la renta del ciudadano pentastellato se habló de 17 millones. Luego estaría la contrarreforma de las pensiones: el acuerdo de gobierno prevé destinar 5 mil millones para este fin, pero según Tito Boeri, presidente del INPS, "superar la reforma Fornero a través de una cuota de 100 entre edad y aportes o con 41 años". de cotizaciones a cualquier edad tendría un coste inmediato de 15 millones y, cuando esté en pleno funcionamiento, 20 millones al año”.
No existen coberturas para llevar a cabo estos proyectos. Los dos viceprimeros ministros, Luigi Di Maio y Matteo Salvini, deberán contentarse con introducir solo una primera versión en la maniobra light de las medidas prometidas en la campaña electoral, pero ni siquiera este esfuerzo será suficiente para resolver todos los problemas. Sin embargo, todavía quedan muchos miles de millones por encontrar. Demasiados, quizás.
IVA Y BONO 80 EURO
Para recaudar caja, el ministro de Hacienda, Giovanni Tria, ha planteado dos hipótesis: dejar que la subida del IVA empiece a partir de 2019, al menos parcialmente, y cancelar la bonificación del Irpef de 80 euros.
El Mef, en sintonía con el Quirinale y con Bruselas, tiene como prioridad el equilibrio de las cuentas para tranquilizar a los mercados. Un objetivo que sin embargo choca con los intereses electorales de Salvini y Di Maio, quienes, de cara a las elecciones europeas de 2019, no pretenden exponerse a la acusación de empobrecer a los italianos.
La respuesta de Tria fue clara: "El Gobierno no piensa en quitar los 80 euros y no quiere subir el IVA", escribió el líder de la Liga en las redes sociales. El líder político Grillino se hizo eco de él de cerca, utilizando (quizás sin saberlo) una expresión berlusconiana: "No vamos a meter las manos en los bolsillos de los ciudadanos -dijo Di Maio- No vamos a tirar la manta de un lado para enterarnos del otro " .
Una idea alternativa proviene del viceministro de Economía, el simpatizante de la Liga Norte Massimo Garavaglia, quien propone no cancelar los 80 euros, sino transformarlos "de bonificación a reducción de impuestos". Incluso si el proyecto viera la luz, sería en gran medida insuficiente, ya que el bono de 80 euros vale poco menos de 9 mil millones al año. Pero la intervención sugerida por el diputado de Tria tendría la ventaja de aligerar el déficit, porque la medida -actualmente catalogada como "gasto social"- sería absorbida por el nuevo impuesto de tasa única.
DÉFICIT: VAMOS HACIA UN CHOQUE CON BRUSELAS
El déficit es el otro gran tema en el centro de las negociaciones. A Salvini y Di Maio les gustaría pisar el acelerador del gasto para cumplir (al menos en parte) las promesas electorales, evitando recortes excesivos en otros frentes. Es por esto que las negociaciones con Europa ya comenzaron hace algunas semanas.
El gobierno de Gentiloni había asegurado a Bruselas que en 2019 la relación déficit/PIB de Italia no superaría el 0,9 %. Sin embargo, en la nota de actualización del Def esperado para septiembre, el nuevo Ejecutivo se prepara para insertar una cifra muy diferente: estamos hablando de 1,7-1,8%. Básicamente, nuestro país exigiría un excedente de flexibilidad de 15 millones de euros, algo menos del 1% del PIB. Una cifra muy superior a las discutidas en el pasado reciente, cuando nuestro país obtuvo (a duras penas) concesiones del orden de unos pocos decimales.
Sin embargo, el gobierno de Conte está convencido de que el forzamiento tendrá éxito, siempre que el déficit/PIB se mantenga por debajo del 2% y el déficit estructural (es decir, neto del ciclo económico y medidas puntuales) se mantenga sin cambios.