comparte

M5S contra el bail-in: los grillini quieren que los contribuyentes paguen el rescate de los bancos

Los grillini están acostumbrados a apoyarlo todo y todo lo contrario pero en el rescate de los bancos se han superado a sí mismos: en el Parlamento afirmaron que la crisis bancaria la llevaban los banqueros pero luego se opusieron al bail-in proponiendo cobrar a los Estado y por tanto a todos los contribuyentes el coste de los rescates con una nueva nacionalización

M5S contra el bail-in: los grillini quieren que los contribuyentes paguen el rescate de los bancos

Como se sabe, en muchos temas el Movimiento 5 Estrellas apoya una cosa y su contraria, sin preocuparse demasiado por el principio de no contradicción. En el campo económico, el Movimiento dice que está por el crecimiento económico y al mismo tiempo sigue charlando sobre el feliz decrecimiento. Es por microcrédito pero es contra crédito; sobre todo es contra todo ese aparato de instituciones e instrumentos financieros que hacen posible el desembolso del crédito. 

En abstracto se dice que está a favor de las empresas honestas, pero en realidad casi siempre está en contra de las empresas, porque las considera a todas más o menos deshonestas, así como instigadoras de esos grandes y fantasmas lobistas que pueblan sus peores pesadillas. Acusa a los partidos tradicionales de haber acumulado culpablemente deuda pública durante décadas, pero al mismo tiempo propone aumentar el déficit público para sostener la economía, elevar la renta básica y muchas otras cosas buenas. 

Sus principales enemigos son Berlusconi y Renzi, pero inmediatamente después está Napolitano, culpable de haber vendido nuestra soberanía a los deseos de la madrastra Europa y la señora Merkel. Dulcis in fundo, a veces incluso llegan a llamarse europeístas. En el mar de este embrollo inaudito, el único hilo conductor es un justicialismo extremo que los lleva a ensuciar esa conquista fundamental de nuestra civilización que es el estado de derecho.

Tal es la confusión bajo el cielo de 5 estrellas que ocurre que atacan, con la habitual arrogancia verbal, incluso disposiciones que acogen ideas de las que ellos mismos son portadores. Es el caso del llamado bail-in, que el Parlamento debatió la semana pasada para aprobar el paso imprescindible que es el Fondo Único Europeo de Resolución para hacer frente a las crisis bancarias. Como saben, la nueva legislación europea surge de la necesidad de limitar el uso de dinero público para rescatar a los bancos.

En el fondo, tras las enormes sumas que se han gastado en los últimos años con este objetivo, Europa dice que deben ser los banqueros quienes paguen sus errores -o desfalcos- y ya no los contribuyentes. En cierto sentido, esta disposición debería atraer a quienes en los últimos años han librado batallas "épicas" contra los supuestos obsequios que hacen todos los gobiernos a los bancos más o menos. En cambio, no fue así. Los grillini han arremetido contra esta disposición utilizando el lenguaje de otra demagogia muy extendida, la de ciertas organizaciones consumistas y de extrema derecha según las cuales el accionista de un banco nunca debe salir perdiendo, y si esto sucede es culpa de la vigilancia. 

Así que el cariño. Daniele Pesco se levanta en la Cámara para decir que una sanción para los ahorradores es una auténtica pena. Y Alessandro Di Battista, en mejor forma que nunca: "Parece claro que el suyo, en efecto, su único objetivo es una democracia bancaria y una República fundada sobre el trabajo de los banqueros... Nunca, nunca se pueden salvar los bancos retirando los dinero que vuestros amigos, los banqueros, también os roban... si se salva un banco, el Estado italiano se lo lleva, lo nacionaliza, y manda a la cárcel a vuestros amigos, que nos han jodido la ira de Dios en la piel. Qué vergüenza". 

Es demasiado fácil señalar que los banqueros son precisamente los sujetos penalizados por la regla del bail-in (los propietarios, es decir, los accionistas, luego los tenedores de bonos subordinados, hasta los grandes depositantes que no están protegidos por el fondo de garantía ) y que por lo tanto la norma logra exactamente lo que, en su ardor retórico, Di Battista acusa a otros de no querer hacer nunca. Demasiado fácil señalar esta contradicción, pero quizás inútil. Más útil es señalar que, en este discurso y en otros de manera aún más explícita (por ejemplo en un discurso del diputado Villarosa), se señala el camino de la nacionalización como la forma de enfrentar las crisis bancarias y proteger a los ahorristas. 

Que esto implique el uso del dinero de los contribuyentes nunca pasa por la mente de nuestros brillantes diputados 5S. Igual que no se les ocurre que esa es la forma en que los bancos se han salvado y socializado sus pérdidas desde los años 1936 hasta ayer. Incluso puede ser que fuera mejor el buen viejo mundo, el de la ley bancaria de 5, el de Stringher y Menichella, aquel en el que el imperativo era evitar a toda costa una crisis bancaria. Pero, ¿qué tiene que ver el Movimiento XNUMX Estrellas en todo esto? 

No lo sabemos y no lo entendemos, pero mientras tanto tomamos nota y decimos lo que es cierto: el M5S luchó denodadamente en el Parlamento para impedir la aprobación de una ley destinada a impedir el uso del dinero de los contribuyentes para salvar a los bancos en crisis. Si no fuera tan improvisado, podríamos darle un nombre a este truco: Occupy Main Street en lugar de Occupy Wall Street. Mañana negarán o argumentarán lo contrario. Pero mañana es otro dia.

Revisión