El grupo de Kering, el gigante del lujo francés propietario de Gucci, Yves Saint Laurent y Bottega Veneta, finalizó 2013 con una fuerte caída de sus beneficios. Debido principalmente a los gastos de reestructuración, el beneficio neto cayó hasta los 50 millones de euros, frente a los 1,048 millones de 2012, mientras que el beneficio operativo recurrente cayó un 2,3%, hasta los 1,75 millones de euros, en línea con las expectativas del mercado.
En particular, Gucci, que supone más de la mitad de la capitalización del grupo, sufrió una nueva desaceleración de sus ventas en el cuarto trimestre, registrando un crecimiento del 0,2%, desde el +0,6% del trimestre anterior. En cambio, los analistas esperaban una mejora.
El director financiero de Kering, Jean-Marc Duplaix, explicó que Gucci sufrió "una menor llegada de turistas a Europa" en el cuarto trimestre y agregó que tomará tiempo reposicionar la marca de lujo. Duplaix añadió que la marca italiana mejoró su posición en China en el último trimestre y que el margen operativo aumentó ligeramente en el segundo semestre, al 31,9%, desde el 31,7% del año anterior.
Yves Saint Laurent en cambio, se convirtió en la marca de más rápido crecimiento de Kering, con ingresos comparables que se aceleraron un 42 % solo en el cuarto trimestre y un 21,6 % en general en 2013. Sin embargo, la rentabilidad de Kering se vio afectada el año pasado por la reestructuración de su empresa de pedidos por correo La Redoute, que el grupo vendió a través de una compra por parte de la dirección para centrarse en marcas deportivas y de lujo.
