Lufthansa en problemas: la empresa alemana dueña de las low cost Germanwings, que hace una semana vio estrellarse su propio Airbus 320 en los Alpes franceses, corre el riesgo de tener que pagar una indemnización ilimitada a los familiares de las víctimas. La hipótesis, que pondría financieramente de rodillas a la aerolínea cotizada, surgió tras la revelación de que Lufthansa era consciente de que el copiloto Andreas Lubitz, responsable de la tragedia, había pasado recientemente por un período de depresión severa.
Este elemento no puede dejar de pensarse en el futuro asunto procesal sobre la cuantificación de la indemnización. El consorcio de seguros liderado por Allianz y en la que también se incluye la estadounidense AIG ha reservado por ahora 300 millones de dólares (unos 279 millones de euros) destinados casi en su totalidad a indemnizar a las 149 víctimas (la parte del avión son "solo" 6,5 millones), pero muchos expertos ya dicen que no será suficiente y que la cifra final será mucho mayor.
Pero además de los daños que soporta el pool asegurador, también están los -imposibles de calcular- que pesarán sobre Lufthansa (que ya atraviesa un momento difícil) y sobre la filial de bajo coste Germanwings, cuya imagen se ve destrozada por este asunto La historia enseña que para algunas empresas dramas similares (ciertamente sumados a otras causas) fueron el principio del fin. Pasó con el americano. Pan Am, que quebró en 1991, tres años después de la explosión en vuelo sobre Lockerbie (causado por la bomba de un terrorista libio).
También le pasó a otra empresa americana, TWA, que cerró en 2001, cinco años después de que uno de sus Boeing 747 explotara cuando despegaba de Nueva York.. Korean Air Lines, después de que uno de sus aviones fuera derribado en los cielos rusos (en 1983), tuvo que cambiar su nombre y librea de flota. Ahora hay dudas sobre el futuro de Malaysia Airlinesdespués de que uno de sus aviones fuera alcanzado por la artillería rebelde prorrusa en Ucrania y otro desapareciera misteriosamente en el camino entre Kuala Lumpur y Beijing.
Mientras tanto, la Gendarmería francesa ha anunciado que se ha completado la recogida de los restos (más de 4 "piezas") de los cuerpos en el lugar de la catástrofe. Según el presidente François Hollande, al final de la semana, gracias a las pruebas de ADN, será posible identificar a todas las víctimas.
